La Princesa de Asturias se ha estrenado este miércoles en su primer acto oficial en solitario con motivo del 30 aniversario del Instituto Cervantes y ha sido recibida y despedida en medio de aplausos y vivas por las varias decenas de personas congregadas, a las que ha saludado con la mano.
El escenario elegido para su primer acto sin la compañía de los Reyes ha sido el mismo en el que la heredera del trono habló por primera vez en público el 31 de octubre de 2018, día de su decimotercer cumpleaños, coincidiendo con el 40 aniversario de la Constitución.
La Princesa Leonor ha sido recibida por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y por el director de la institución, Luis García Montero, quienes la han acompañado en todo el recorrido por las instalaciones.
Aunque en esta ocasión la hija del rey Felipe VI no ha tenido que pronunciar un discurso, sí ha tomado la palabra para formular una pregunta. Cristian Salomoni, Director del IIAC Instituto Internacional de Análisis de la conducta, ha realizado un análisis de la comunicación no verbal de la princesa.
En su intervención, Leonor ha dado la enhorabuena al Instituto Cervantes por su herramienta digital, que ha asegurado usar en varias ocasiones, y se ha preocupado por todos los trabajadores de la institución que viven fuera de España y que no han podido regresar a causa de la pandemia.
Esta pregunta, según recoge el experto, "es muy parecida a la comunicación institucional de su madre, la reina Letizia". Sin embargo, "la comunicación no verbal ha sido más parecida a la de su padre". Su actitud se ha mantenido "tímida, controlada y seria", manteniendo una postura constitucional.
Para Cristian Salomoni, esta actitud de la heredera al trono puede haber pecado de poca acción. A sus 15 años sería normal haberla visto mucho más expresiva, con más gestos o más dinamismo. Este cambio de actitud podría producirse cuando le sea asignado un preceptor que le entrene aún más para hablar de cara al público.
Este acto era el primero de la heredera al trono, por lo que es normal que se hayan notado "ciertos nervios" en la princesa, ya que no tenía el apoyo de ninguno de sus progenitores de forma presencial.
Por último, este experto en comunicación no verbal se ha fijado en la ropa que la princesa ha escogido para la ocasión. El vestido elegido ha sido uno que ya había lucido públicamente, en las audiencias previas a la entrega de los Premios Princesa de Asturias, el pasado octubre de 2020. Un gesto que indica el hecho que "no quiere que hablen de su vestuario sino del acto".