La postura de Marruecos en la crisis migratoria en Ceuta
La policía de Ceuta alertó de la inacción de las autoridades marroquíes en la crisis migratoria
Marruecos afirma que "nada tiene que ver con el desencuentro" entre ambos países
El país alauita ya avisó hace unas semanas de que "habría consecuencias" tras lacogida del líder del Frente Polisario
La llegada masiva de más de 6.000 inmigrantes marroquíes a Ceuta en la tarde de ayer ha abierto una crisis migratoria sin precedentes en la ciudad autónoma. Todo se produce en un contexto de crisis diplomática entre España y Marruecos, agudizada estos últimos días por la acogida en un hospital de Logroño del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
A pesar de esto, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha señalado que desde Marruecos aseguran al Gobierno español que la llegada masiva de marroquíes a Ceuta "no es fruto de un desencuentro" con España. "No puedo hablar por Marruecos. En todo caso, puedo decirle que nos han asegurado hace unas horas es que esto no es fruto del desencuentro", ha respondido la ministra en declaraciones a la Cadena Ser.
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En este contexto, González Laya ha señalado que la llegada de migrantes "no es una cuestión nueva para España" y ha incidido en que se va a gestionar "manteniendo los canales operativos en vigor con los países de origen y asegurando la seguridad de nuestras fronteras". Según ha aclarado, "habrá refuerzos" y se devolverá a sus lugares de origen a aquellas personas que han entrado "de manera ilegal, de acuerdo con los protocolos que están en vigor". De hecho, ha avanzado que han comenzado durante la tarde de ayer con las devoluciones de los inmigrantes ilegales "con las prácticas habituales" con las que se responde a este tipo de situaciones.
Sobre la presencia del líder del Polisario en un hospital de Logroño para recibir tratamiento contra la covid19, la ministra ha insistido en que España "ha sido muy clara y detallada de lo específico" de este caso. "Se trata de una cuestión humanitaria, a una petición de ayuda humanitaria de una persona con situación sanitaria muy frágil", ha subrayado González Laya, al tiempo que ha recalcado que no concibe que se pueda "poner en riesgo la vida de un menor en el mar" como "respuesta a una acción humanitaria".
Por ello, la titular de Asuntos Exteriores ha insistido que desde Marruecos aseguran que la llegada masiva de migrantes "no es el fruto de un desencuentro". "Como no lo es, vamos a seguir haciendo lo que hacemos en estas situaciones", ha explicado González Laya, quien ha incidido en gestionar la migración desde la "corresponsabilidad como lo hacen buenos vecinos".
Inacción de la gendarmería marroquí
A pesar de la respuesta diplomática de las autoridades marroquíes, resalta la evidencia de la cooperación necesaria de la gendarmería marroquí, por su completa inacción, para que se produjera un asalto a la valla tan masivo en un solo día. Ayer resultó evidente a pasividad de las fuerzas de seguridad del país vecino, que según fuentes policiales no estaban haciendo "nada" para contener la salida de compatriotas hacia la localidad española.
Aunque el ejército ha cifrado en más de 5.000 ciudadanos marroquíes los que entraron ilegalmente ayer en la ciudad autónoma, fuentes policiales lo cifran ya en más de 9.000. Unos 1.500 serían menores de edad, por lo que por lo que no podrán ser expulsados de forma expeditiva, como las autoridades españolas esperan poder pactar con Marruecos igual que tras la crisis del último fin de semana de abril, cuando algo más de un centenar de jóvenes súbditos del país vecino entró en territorio español por la misma vía. La mayoría de los inmigrantes accedieron bordeando los espigones marítimos del Tarajal y Benzú (y, al menos, un ciudadano marroquí murió ahogado en el intento).
El Gobierno español ha decidido movilizar al Ejército, concretamente a las unidades de La Legión y Regulares, para reforzar a las fuerzas de seguridad en el control de la ciudad. Los soldados se van a encargar, de la mano de la Policía Local, la Nacional y la Guardia Civil, de "agrupar a los inmigrantes desperdigados" y de prestar todo el "apoyo logístico" que ha reclamado la Delegación del Gobierno.
La Administración General del Estado y la Ciudad Autónoma han mantenido una reunión telemática a última hora de la tarde para coordinar el dispositivo de acogida, que se pretende centralizar en las naves comerciales anexas a la frontera, vacías en su mayoría desde el cierre del paso a mediados de marzo del año pasado.
Marruecos ya avisó de que habría “consecuencias”
Marruecos avisó a España de que extraería "consecuencias" de la acogida de Brahim Ghali, ingresado en un hospital de Logrono desde el pasado 20 de abril para recibir tratamiento contra la COVID-19. En un duro comunicado publicado el pasado 8 de mayo, el Ministerio de Exteriores afeó particularmente la decisión del Gobierno de no informar de antemano a Rabat, lo cual "no es una simple omisión", sino "un acto premeditado, una elección voluntaria y una decisión soberana de España, de la que Marruecos toma nota" y de la que "extraerá todas sus consecuencias".
Igualmente, puso en tela de juicio los motivos humanitarios que sustentarían la presencia de Ghali en suelo español, subrayando en particular que el también presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) tiene causas pendientes con la justicia española y no ha sido detenido por ahora y que su ingreso se hiciera presuntamente con identidad falsa.
Marruecos dejó claro que "la preservación de la asociación bilateral es una responsabilidad compartida, que se nutre del compromiso permanente de salvaguardar la confianza mutua, una cooperación fructífera y la salvaguarda de los intereses estratégicos de dos países".
El nuevo pulso diplomático entre los dos países se produce cuando aún está pendiente cerrar con Marruecos la fecha para la Reunión de Alto Nivel. La cita estaba prevista para el pasado diciembre pero fue aplazada por la pandemia. Inicialmente se apuntó a su posible celebración en febrero o marzo, pero a día de hoy sigue sin haber fecha prevista.