La Policía Nacional, junto con la DEA y la policía colombiana, dan un golpe al narco en Madrid y Marbella
La primera intervención, de casi 400 kilos de cocaína, se produjo en una nave de un polígono industrial de Madrid
La segunda aprehensión se ha realizado en el párking de una empresa de Madrid
Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de la DEA norteamericana y la Delegación contra el Crimen Organizado de la Fiscalía General de Colombia, han desarticulado dos organizaciones dedicadas al tráfico de cocaína y han abortado la entrega de 621 kilos de estupefaciente en Madrid y Marbella (Málaga). Además, han detenido a cinco personas, de nacionalidad colombiana y brasileña, como presuntas responsables de la custodia y transporte de la droga una vez que ésta era introducida en España.
La primera intervención, de casi 400 kilos de cocaína, se produjo en una nave de un polígono industrial de Madrid; la segunda aprehensión se ha realizado en el párking de una empresa de Madrid, interviniendo 120 kilos de cocaína; y la última, de 101 kilos, en un centro comercial de Marbella. En el marco de la investigación se han intervenido también 11.000 euros, 10 teléfonos móviles y 6 vehículos. La operación comenzó el pasado mes de febrero gracias a las informaciones obtenidas por los investigadores que permitieron la intervención de casi 400 kilos de cocaína en una nave de un polígono industrial de Madrid. A partir de ese momento, y gracias a los canales internacionales de cooperación policial, se inició la colaboración con las autoridades colombianas y norteamericanas a fin de rastrear el origen de dicho envío a España.
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Con el avance de la investigación, los agentes tuvieron conocimiento de que la organización que se encontraba detrás del alijo tenía planeado el envío de otra importante partida de cocaína a España. Poco después, y comprobado el hecho de que la droga se encontraba en territorio nacional, se pusieron en marcha las labores de logística de la organización para trasladarla. Fue en este momento cuando los agentes
observaron que era un súbdito colombiano –detenido en 2012 por su presunta relación con un asesinato- quien había asumido el transporte de esta partida de cocaína, contando con la colaboración de otro
compatriota para las labores auxiliares.
A partir de entonces, las pesquisas se centraron en localizar el lugar donde iban a esconder la droga así como en determinar si había otras personas relacionadas con la operación en marcha. El pasado mes de septiembre, los agentes constataron cómo los dos investigados se desplazaron, de forma conjunta, hasta el párking de una empresa de Madrid haciendo uso de dos vehículos y extremando las medidas de seguridad. Una vez en el lugar depositaron los vehículos y se marcharon, regresando dos horas después al mismo punto para retirar los coches. En ese momento, los policías intervinieron y comprobaron que los coches estaban cargados con 120 paquetes de cocaína. Además, detuvieron al responsable del transporte y a su acompañante, ambos de nacionalidad colombiana.
Tras examinar los vehículos, los agentes confirmaron que uno de ellos transportaba 90 ladrillos de estupefaciente introducidos en dos maletas colocadas en el maletero sin emplear sistema de ocultación alguno. El otro, conducido por el responsable de la operación, contaba con un sofisticado sistema de ocultación, conocido como “caleta”, localizado bajo el asiento y la alfombrilla del copiloto. En él ocultaba otros 30 ladrillos de cocaína. Posteriormente, los investigadores tuvieron conocimiento de que una segunda organización pretendía realizar una entrega de 101 kilos de cocaína pero, en esta ocasión, en Marbella. Los miembros de confianza de esta organización se desplazaron a Madrid para comprobar que la
droga estaba lista para ser transportada y enviada al sur de España.
Un súbdito colombiano se encargaría de apoyar y colaborar con el transporte mientras otros dos ciudadanos brasileños actuaban como brokers de las organizaciones que operan en el sur de nuestro país, es
decir, buscaban clientes a los que “colocar” la droga a la mayor brevedad posible. El modus operandi de la organización consistía en realizar pases de 25 en 25 kilos de cocaína. Cuando se confirmó el traslado de la cocaína a Marbella, los investigados escogieron un centro comercial para hacer el pase de la droga con el
objetivo de pasar desapercibidos. Allí se presentaron el colombiano y uno de los brasileños para asumir la primera partida de 25 kilos de cocaína y fueron detenidos por los agentes. Asimismo, detuvieron a una tercera persona, de nacionalidad brasileña, que se encontraba a la espera en el mismo centro comercial con el fin de asegurarse de que la transacción se realizaba correctamente.