El alivio de las medidas que impuso el Gobierno tras decretar el estado de alarma por la crisis del coronavirus y que mantiene a los españoles encerrados en casa comienza con los más pequeños. Los niños de 0 a 13 años, desde el 26 de abril saldrán a dar paseos y, si la evolución de la pandemia es favorable, una semana después lo hará el resto de la población. Poco a poco, España se 'desconfina' y el Gobierno ya traza su hoja de ruta para "cautelosamente" iniciar una fase de desescalada. Este plan, según ha anunciado el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se anunciará el martes en el Consejo de Ministros, tras informar a los presidentes autonómicos este domingo.
Este Consejo de Ministros aprobará el plan de desconfinamiento del país para su aplicación durante "todo el mes de mayo y, en principio, veremos lo que pasa con el mes de junio", según ha dicho Sánchez el rueda de prensa desde Moncloa el sábado.
El plan, que lleva elaborandose tres semanas, se ejecutará de acuerdo a tres criterios: "la gradualidad, las distintas actividades que se van a ir recuperando en las próximas semanas, no van a ser todas a la vez. La territorialidad, como consecuencia de la evolución de la enfermedad en el territorio. Y, finalmente, la coordinación, que es fundamental del Gobierno con las comunidades autónomas y de las comunidades con las diputaciones y los ayuntamientos".
Es decir, Sánchez detalla que el desconfinamiento se aplicará de manera asimétrica en el conjunto del país y a distintas velocidades pero que decidirá y coordinará el Ejecutivo.
En este sentido, todos los territorios no avanzarán a la misma velocidad "pero sí con las mismas reglas" porque el virus "no atiende a lindes administrativas".
Hay países que han dado una respuesta lineal y que han ido poniendo fecha a la apertura de distintos negocios, pero en España no se va a seguir ese camino, ha querido aclarar. "Nosotros no vamos a poner fecha a la apertura de negocios", ha dicho.
Sobre ello, ha explicado que el protocolo de desescalada en la actividad económica implicará la creación de "un cuadro de mandos, una serie de indicadores objetivos en base a los cuales se va a hacer que los distintos territorios vayan transitando hacia esa nueva normalidad en función de distintas fases y que en esas fases se recogerá por supuesto la apertura de la actividad económica y la apertura a esa nueva normalidad".
Por último, ha pedido cautela ya que "esta segunda etapa de transición está tan plagada de riesgos y peligros como la primera. No disponemos de un manual infalible". De hecho, ha insistido, "no hay ningún territorio que no sea vulnerable al virus" y en los lugares donde menos ha incidido el virus la población es más vulnerable.