En una tienda de A Coruña el SARS-CoV-2 se compra y es un peluche. No es el único en el establecimiento que tiene a un virus o bacteria como protagonista: también hay un muñeco del ébola y otro de la 'enfermedad del beso'. El objetivo de esta singular iniciativa es solidario ya que parte de los beneficios van destinados a la ONG Save the Children.
La covid-19 lo ha revolucionado todo y las jugueterías lo saben, pues no han querido que estas fiestas tan atípicas se quedasen sin un regalo para mantener en el recuerdo una vivencia que está dejando cartas muy diferentes a los Reyes Magos. En tres tamaños distintos es posible adquirir esta invención benéfica en "La Liada", un pequeño negocio de A Coruña situado en la céntrica calle Estrecha de San Andrés.
Antes, cuando el mundo era otro, "ya teníamos microbios y enfermedades en forma de peluche. A la gente le hacía mucha gracia, sobre todo a los que trabajan en las ramas de ciencias, medicina, biología…”, cuenta a Efe la propietaria del comercio, la catalana Lía Gimeno.
Su amplia oferta de muñecos y felpas para todos los gustos siempre ha contado con gérmenes de formas, proporciones y colores variados. Y como va acorde a los tiempos, no podía faltar el minúsculo agente infeccioso que ha puesto en jaque al mundo. Le gustaría a Lía que las cosas estuviesen como cuando se le ocurrió la idea porque al principio se lo planteó en tono jocoso. Antes de que la crisis sanitaria mostrase su peor cara, “cuando todavía no sabíamos que íbamos a acabar como estamos ahora, hacíamos la broma de que traeríamos el covid" también a la tienda, rememora. Al final llegó, de un modo diferente, en otro contexto y con la idea de ayudar.
“Ha sido uno de los peluches más vendidos esta Navidad”, confiesa Gimeno, que espera que ocurra lo mismo en esta semana de Reyes, aunque le quedan ya pocos ejemplares. Despacha peluches de coronavirus, con sus típicos pinchos, de tres tamaños distintos. El favorito es el más grande, con una dimensión superior a la de un balón de fútbol. También hay otro mediano, y uno pequeño y discreto para llevar de llavero.
Este exitoso artículo se regala mucho a niños que acaban de nacer, afirma la dueña del local, que argumenta que lo entiende porque “es un momento histórico” para esas familias, pues no todos llegan al mundo en medio de una situación como la que se vive.
“Hay gente a la que le hace gracia y gente a la que no le hace ninguna. De todo un poco”, confiesa la vendedora. Bien recibido o no, es por una buena causa pues ha decidido donar parte del dinero obtenido por la venta de este artículo a la ONG Save the Children y ayudar así a los niños que se han visto seriamente afectados por la emergencia. “Estamos esperando a terminar de vender todos para poder hacer una donación significativa”, recalca Gimeno, que agradece la buena acogida que en general ha tenido su iniciativa.
Para su negocio están siendo unas navidades buenas, aunque las afrontaba con incertidumbre por los contagios y por su nueva ubicación, dado que en octubre decidió cambiarse a un local más grande. Con todo, le está yendo bien. “Puede ser por la ubicación o porque la gente no ha podido gastar el dinero en otro tipo de ocio y se están dando más cariño con regalos o autorregalos”, reflexiona sobre las ventas.
Su popular peluche Covid-19, que centra muchas de las visitas, se une a los peculiares obsequios que se han popularizado estas fiestas, como el juego de cartas Virus, que consiste en infectar los órganos de tu oponente, o las muñecas con mascarilla. Incluso en pandemia, la imaginación no cesa.