El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hablado hoy sobre los dos temas más candentes de la actualidad: los indultos a los condenados por el 1-O, que van a provocar una nueva foto de Colón y que está provocando un verdadero terremoto en el PSOE (el propio Sánchez se presento a las elecciones defendiendo lo contrario que ahora y defendiendo que el acatamiento de la sentencia implica su cumplimiento" ) y Marruecos, cuya escalada verbal no cesa aunque las fronteras ya están controladas.
Respecto al primero de los frentes abiertos (unos indultos que la Justicia ya ha dejado claro que no tienen base, aunque el Gobierno tomará la decisión), el presidente ha rechazado este lunes las críticas que se han generado tanto fuera como dentro del PSOE por los posibles indultos a los condenados por el procés, al defender que "ayudar a resolver problemas no representa un coste". Es más, ha avisado de que lo que sí sería un coste es dejar las cosas "enquistadas" como están, a su juicio, desde 2017. En el 2014 decía eso de "el Gobierno ha utilizado el indulto más de lo debido y los indultos políticos deben acabar en nuestro país".
"La decisión que tengamos que tomar será una decisión que abra una nueva etapa y que deje atrás un mal pasado", ha avanzado durante la rueda de prensa que ha ofrecido junto al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, tras la XIII Cumbre hispano-polaca que se ha celebrado en Alcalá de Henares.
En su comparecencia, el presidente no ha querido dar fechas ni fijar un horizonte temporal para resolver este asunto, y ha pedido dejar trabajar al Ministerio de Justicia para que desarrolle su tarea de "construir, armar y fundamentar bien" los expedientes de cada una de las peticiones de indulto que hay para los políticos independentistas presos por organizar el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Eso sí, ha dejado claro que "el Gobierno tomará una decisión en conciencia, no pensando en los afectados sino en los millones de ciudadanos que quieren vivir en paz y superar el desagarro emocional, social y político que supuso el 2017", con la celebración del referéndum ilegal, la declaración unilateral de independencia, la huída del expresidente catalán Carles Puigdemont y varios dirigentes, y la detención de otros que se quedaron.
Sánchez no ha querido hacer alusión directa a las advertencias sobre el coste que tendrán los indultos que le llegan no sólo desde la oposición sino también desde dentro del PSOE, por parte de dirigentes, 'barones' territoriales y también de históricos socialistas como Felipe González.
No obstante, al ser preguntado al respecto, sí ha defendido que "cuando se habla de costes o no costes", lo que hay que tener claro, a su juicio, es que "ayudar a resolver problemas no representa un coste". "El coste para el país sería dejar las cosas como están, enquistadas en 2017, y eso no se lo merece ni Cataluña ni el conjunto del país", ha enfatizado.
En este sentido, ha asegurado que su objetivo es "abrir un fututo de convivencia", ya que es a lo que se comprometió cuando fue investido presidente de nuevo hace más de un año. Según ha recordado, ya entonces, en enero de 2019, defendió que era necesario "retomar la vía política" y el diálogo" como "senda de negociación de un pacto dentro de los márgenes que permite la Constitución".
"Dije también que la resolución de esta crisis, después de más de diez años larvada, no iba a ser inmediata, iba a exigir de mucha paciencia y empatía, dotes de negociación y generosidad", ha ahondado.
"Será una decisión que nos permita transitar de un mal pasado hacia un futuro mejor, que lógicamente se tiene que escribir con las palabras de concordia, convivencia, conciliación, cohesión entre catalanes y entre catalanes y el conjunto del país", ha enfatizado.
Asimismo, ha reafirmado su compromiso por reformar el Código Penal para "actualizar" el delito de sedición, tras aprender en 2017 la "lección" de "cuán desacoplado estaba" respecto a otros países europeos. No obstante, no ha ofrecido detalles sobre plazos, al ser preguntado sobre si estará lista antes de la decisión sobre los indultos, para que pueda servir como argumento a favor.
Por otra parte, sobre la mesa de diálogo que el presidente catalán, Pere Aragonés, ha pedido volver a reunir cuanto antes, Sánchez ha señalado que su Ejecutivo siempre ha estado dispuesto a retomar esta cuestión, pero ha pedido ir "paso a paso". Así, ha apostado por recibir antes en Moncloa al nuevo mandatario catalán, como es habitual cuando un presidente autonómico es investido. "Primero una reunión con el presidente de la Generalitat en Moncloa, como corresponde, y luego ya habrá tiempo para reunirnos, no una, sino muchas veces", ha afirmado.
"Habrá tiempo para retomar el diálogo entre ambos gobiernos, pero vamos a ir paso a paso. Lo importante, lo urgente ahora mismo es que los dos nuevos presidentes de Madrid y Cataluña sean recibidos como merecen por cortesía institucional en el Palacio de la Moncloa que es lo que se suele hacer con todos los presidentes autonómicos", ha explicado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha advertido hoy a Marruecos que es "absolutamente inaceptable" que diga que "ha utilizado la migración y el asalto a las fronteras españolas en Ceuta por una desavenencia en materia de política exterior". Sánchez ha respondido así al Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, quien hoy ha emitido un duro comunicado en el que ha ido un paso más allá en la crisis diplomática abierta con España, asegurando que esta no es resultado solo de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y ha planteado al Ejecutivo de Pedro Sánchez cuál habría sido su reacción si quienes hubieran sido recibidos en el Palacio Real marroquí fueran separatistas catalanes.
En su respuesta, Pedro Sánchez ha reiterado que España concibe su relación con Marruecos desde un punto de vista "estratégico" y que este país "no puede olvidar que no tiene mayor ni mejor aliando dentro de la UE que España". Ha añadido que para muchas de sus demandas en la UE, España es un interlocutor "privilegiado e imprescindible para Marruecos" dentro de la Unión Europea.
"Ahora bien, si lo que se está diciendo por parte del ministro de Asuntos Exteriores marroquí es que ha utilizado la migración, es decir, el asalto a las fronteras españolas por parte de más de 10.000 marroquíes en 48 horas a mi me parece absolutamente inaceptable y por tanto rechazo esa declaración", ha advertido de manera tajante el jefe del Ejecutivo español.
En este sentido, ha añadido que "no es admisible que haya un gobierno que diga que se atacan las fronteras" para inundar de inmigrantes una ciudad española, Ceuta, por "desavenencias y discrepancias en política exterior".
Pedro Sánchez ha proseguido su respuesta destacando que es importante trasladar una actitud constructiva para con Marruecos, y ha querido poner en valor "la vecindad y la necesaria relación bilateral entre ambos países" que, ha dicho, "se tiene que cimentar sobre el respeto y la confianza".
En este sentido, ha advertido de que ese respeto y confianza "no se construyen si se está diciendo que por una desavenencia en política exterior no se respetan las fronteras y se permite la entrada masiva de inmigrantes en una ciudad española". "Eso no es aceptable y por tanto lo rechazo", ha vuelto a reiterar durante su comparecencia de prensa con el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, con quien hoy ha tenido una cumbre bilateral en Alcalá de Henares.
El extenso y duro comunicado del el Ministerio de Exteriores marroquí ha sorprendido al jefe del Ejecutivo durante las reuniones de esta mañana con la delegación polaca. En ese comunicado, Marruecos ha subrayado que la crisis abierta por la acogida por motivos humanitarios de Ghali, ingresado en un hospital en Logroño con COVID-19, plantea "una cuestión de coherencia". "No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino", ha esgrimido.
Así, ha sostenido que Rabat optó desde el principio de la crisis catalana "por en ponerse del lado de la integridad territorial y la unidad nacional" de España y ha preguntado al Gobierno "¿cuál habría sido la reacción de España si un representante del separatismo español hubiera sido recibido en el Palacio Real marroquí?".