Pedro Sánchez ha comparecido desde el Palacio de la Moncloa tras el comunicado del rey Felipe VI anunciando que, tras la ronda de consultas de los días 16 y 17, no existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza.
Incapaz de lograr respaldo, 142 días después de las elecciones generales del 28 de abril, Sánchez se ha resignado a confirmar que España está "abocada a unas nuevas elecciones". Tendrán lugar el 10 de noviembre, fecha en la que ha emplazado a los españoles a decir "aún más claro" que quieren apostar por "un gobierno progresista", volviendo a darle el apoyo y la victoria al Partido Socialista.
“Quiero compartir mi visión de lo acontecido. En primer lugar hay que recordar algo evidente, y es que los españoles votaron y hablaron claro. Lo hicieron el pasado mes de abril y aún más claro el pasado mes de mayo. Consistió en elegir avanzar o retroceder en tiempos de justicia social. Los españoles eligieron avanzar. Avanzar con seguridad y moderación. Votaron un gobierno progresista cuya estabilidad dependiera de fuerzas no independentistas. Para que la gobernabilidad de este país no estuviera condicionada por fuerzas no independentistas necesitábamos la abstención de las formaciones conservadores. No un apoyo, insisto: una abstención. Lamentablemente los conservadores españoles poco tienen que ver con los conservadores europeos y han optado por desprenderse de la estabilidad de nuestro país. Desgraciadamente el partido que se dice centro-liberal nada tiene que ver con los centro-liberales europeos y prefiere poner un cordón sanitario".
"Necesitábamos también del acuerdo de Unidas Podemos. Y eso tampoco ha sido posible. Unidas Podemos es el único partido a la izquierda que ha impedido cuatro veces un gobierno progresista, bloqueando junto a la mayoría conservadora la formación de un Gobierno liderado por el PSOE. Por lo tanto, en esta ocasión ha sido imposible cumplir con el mandato electoral", ha reprochado, señalando a los de Pablo Iglesias.
En este sentido, ha aseverado que "España no necesita dos gobiernos en uno". "No necesitamos un gobierno en prácticas. Necesitamos un gobierno estable, que dure, sólido", manifestando su deseo en que los votantes, el próximo 10 de noviembre, no dividan el voto de la izquierda: "Si los españoles han visto que Unidas Podemos han bloqueado la formación del Gobierno, espero que esa mayoría parlamentaria se la den al PSOE para que no haya más bloqueos", ha expresado.
Reiterando su voluntad, ha asegurado haber hecho todo lo posible por formar el Gobierno que, a su juicio, necesitaba España para tener estabilidad. "Lo he intentado por todos los medios, pero nos lo han hecho imposible. He procurado formar un Gobierno. No cualquier Gobierno. Uno que a mi juicio necesita España; con vocación de transformación y acuerdo en las grandes reformas que necesita España", ha recalcado, antes de justificar:
"Elegiría siempre proteger a España y es lo que he tenido que hacer finalmente. Los españoles necesitan un gobierno estable y coherente, no compartimentado, paralizado y con fecha de caducidad. Los españoles necesitan un gobierno capaz de encarar los retos importantes y trascendentales que tenemos como país”, ha sentenciado.
Por su parte, la respuesta desde el resto de las formaciones políticas no ha tardado en llegar en forma de un aluvión de críticas al presidente del Gobierno en funciones.
El líder del PP, Pablo Casado, asegura que Sánchez nunca quiso formar Gobierno, manifestando que espera que “no le salga gratis” el hecho de abocar a España a unas nuevas elecciones.
En la misma línea, Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, ha subrayado que el líder socialista no ha querido “dar solución de Estado al bloqueo” al rechazar las condiciones propuestas por la formación naranja.
En el otro lado, Pablo Iglesias ha devuelto la crítica al presidente del Gobierno en funciones culpándole del “error histórico” de repetir elecciones, subrayando que “la arrogancia se ha impuesto a la sensatez”.
“Incapacidad de llegar a acuerdos. Tacticismo electoral”, ha dicho Alberto Garzón (IU), rescatando una imagen de Estanislao Figueras, presidente de la primera república que, harto de la situación política, no solo dimitió sino que además abandonó el país en 1873.
Desde el PNV, su portavoz Aitor Esteban ha recalcado que Sánchez podía haber hecho “mucho más” para evitar los comicios, repartiendo culpas entre PSOE y Unidas Podemos. “Otro fracaso de la política incomprensible”, ha apuntado.
Mientras, Elsa Artadi, líder de JxCat en el Ayuntamiento de Barcelona, ha asegurado que en el “PPSOE no quieren negociar ni hacer política”, recriminando: “cuatro elecciones en cuatro años y ninguna propuesta para Cataluña. Nos encontraremos en las urnas”.
Así mismo, dando voz a ERC, la secretaria general adjunta, Marta Vilalta ha reprochado “la arrogancia y partidismo” del líder socialista, afirmando que es “incapaz de todo”. “De hablar, de escuchar, de pactar, de encontrar apoyos, de dialogar, de negociar… en definitiva de hacer política”.
Y en sintonía con esas palabras, también Ernest Maragall, líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, ha sentenciado que el fracaso de Sánchez “es también el enésimo fracaso de un Estado sin norte”.