A partir del próximo día 2 de mayo, si la evolución de la pandemia , tras la salida de los niños el 26 de abril, el resto de la población podrá pasear o hacer deporte en el exterior. Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha comparecido en rueda de prensa telemática desde el Palacio de La Moncloa para informar, entre las últimas novedades de la crisis del coronavirus en España, cómo se llevará a cabo la desescalada, prevista, inicialmente, para el mes de mayo.
Recordando la salida de los menores a partir del día 26 de abril, Sánchez ha incidido en que "es importante que lo hagamos siguiendo a rajatabla las medidas". "Depende de cada familia que tiene que comportarse con la mayor responsabilidad", ha dicho antes de anunciar que si la evolución tras este "alivio en las restricciones" fuese favorable, el próximo paso se daría el 2 de mayo con la salida del resto de la población a pasear o a hacer deporte, aunque deja este asunto en manos de los expertos y del ministerio de Sanidad.
Además, ha detallado que la fase de desescalada se aplicará de forma "gradual y asimétrica", es decir, "dependerá del territorio en el que uno viva". Y, se hará de una manera "ordenada" porque "se aplicarán las mismas reglas" para que cada ciudadano pueda "conocer los criterios"."Somos interdependientes", ha recalcado, recordando que "entramos juntos y saldremos juntos".
A este respecto, ha detallado que todos los territorios no avanzarán a la misma velocidad "pero sí con las mismas reglas" porque el virus "no atiende a lindes administrativas". El proceso de desescalada se regirá por unos indicadores que se tendrán que cumplir, ha añadido, y que serán "accesibles al público", para que los ciudadanos conozcan "los criterios objetivos" que se van a ir aplicando.
Con el principio de la "prudencia" como máxima, "el martes se presentará el plan de desescalada" al Consejo de Ministros, ha anunciado. Para ello, seguirá una "hoja de ruta" bajo el criterio de los expertos y recomendaciones de la Organización de la Salud (OMS). En este sentido, ha indicado que "no hay ningún país que haya completado el desescalado hacia una nueva normalidad".
Esta desescalada, en la que llevan trabajando tres semanas, "debe conducirnos a la nueva normalidad que va a regir nuestra vida hasta que haya un remedio terapéutico o vacuna que nos proteja", que ha estimado, tardará meses.
No obstante, ha reconocido que "esta segunda etapa de transición está tan plagada de riesgos y peligros como la primera. No disponemos de un manual infalible". De hecho, ha insistido, "no hay ningún territorio que no sea vulnerable al virus" y en los lugares donde menos ha incidido el virus la población es más vulnerable.
Y, se seguirán tres criterios: "la gradualidad, las distintas actividades que se van a ir recuperando en las próximas semanas, no van a ser todas a la vez. La territorialidad, como consecuencia de la evolución de la enfermedad en el territorio. Y, finalmente, la coordinación, que es fundamental del Gobierno con las comunidades autónomas y de las comunidades con las diputaciones y los ayuntamientos".
Ha indicado que "el plan de desescalada durará todo el mes de mayo y, en principio, veremos lo que pasa con el mes de junio", "pilotada por el Gobierno central". No obstante, no se presentará hasta el martes porque "queremos escuchar mañana los planes de las comunidades autónomas de desescalada".
Entre otros criterios, se tendrá muy en cuenta a las UCI y a la Atención Primaria para no poner en riesgo la Sanidad "cuando surja un nuevo brote". Además, habrá un control de las fronteras internacionales, ha dicho en respuestas a la prensa.
Además, como en cada comparecencia, el presidente del Gobierno ha lamentado la muerte de más de 23 000 personas por coronavirus: "Es mucho más que una estadística, es la vida de personas con esposos, con amigos". Asimismo, ha recrodado a los cinco países con los que la pandemia se ha ensañado y que tienen un gran número de viajeros internacionales: además de España, Italia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, "que ha pasado a ser el epicentro de la pandemia".
Por otro lado, Sánchez ha afirmado que España enviará a Bruselas sus previsiones "cuando corresponde" -los países de la UE deben enviar antes del 30 de abril sus previsiones macroeconómicas y sus planes presupuestarios-, y ha añadido que existe mucha dificultad para cuantificar el impacto, como lo demuestran las estimaciones de algunos organismos nacionales e internacionales.
En este sentido, ha recordado que hay previsiones que plantean una caída del PIB que va desde un descenso de la economía del 5% hasta una caída del 10%. "Es decir, estamos hablando de previsiones que estiman con horquillas del doble", ha reiterado .
"Lo que está claro es que las consecuencias van a ser terribles, tremendas, lo van a ser, en Europa y en el mundo", ha asegurado Sánchez, por el "parón de la actividad", pero ha subrayado que la "máxima" del Gobierno es "no dejar a nadie atrás".