La erupción en La Palma ha puesto en el mapa del mundo a las islas aunque se ha producido en un momento del despegue turístico tras la pandemia. "La isla de La Palma es un enclave turístico maravilloso como todas las islas Canarias. Pero el turismo es un futurible, cómo va a influir, pero lo importante ahora es resolver el problema de las personas que se han quedado sin casa y que están viviendo en zonas que no son su hogar". Una erupción que no ha pillado con el pie cambiado a nadie pero cuyos efectos en estos momentos se desconocen. Veremos si finalmente se produce una lluvia ácida, algo poco probable, descartado ya un tsunami por los expertos. Lo que sí parece una realidad es que la gente no podrá volver a vivir por donde ha pasado la lava y deberán tener un hogar en un lugar distinto.
El director del 112 Canarias, Moisés Sánchez, ha señalado este lunes que la erupción del volcán de La Palma no es que les "pillara con el pie cambiado", pero sí ha admitido que el proceso se aceleró "de forma exagerada" en función de las series históricas de otros volcanes. "No respondió al patrón de las series sísmicas de volcanes como el San Juan, el Teneguía o el Tajuya", todos ellos en La Palma.
En declaraciones a Efe, Sánchez ha indicado que en el seno del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) existen "varias escuelas en la discusión", pero todas coincidían apenas unas horas antes en que La Palma había entrado en un proceso "claramente preeruptivo" y un "riesgo claro" de erupción. De hecho, había convocada para la tarde una nueva reunión del comité científico y de la comisión de dirección del Pevolca para "tomar decisiones" sobre la actualización del semáforo de alerta, sin saber sus protagonistas que, entre medias, "esa mala bestia" subiría a la superficie pasados unos minutos de las 15.00 horas.
Lo que sí decidieron, resalta Sánchez, fue evacuar a las personas con movilidad reducida en los núcleos de población amenazados, pues "los científicos no tenían claro cuándo" se iba a producir la erupción, pero sí que el proceso "casi no tenía marcha atrás". Pese a los estragos que está causando la lava, el director del 112 Canarias ha recalcado que "la naturaleza se ha aliado con la ciudadanía, con la isla y con los servicios de emergencia", pues ha dado la posibilidad de "reaccionar con antelación" y evacuar a la población a tiempo, sin que se hayan registrado daños personales. Lo que sí se han producido son daños en la fauna y flora de la zona.
Y es que había temor a una explosión más explosiva de lo que fue, y además se constató que la lava, cuando empezó a discurrir ladera abajo, iba "lenta", lo que ha permitido ir evacuando conforme al protocolo establecido en los días previos. Más que "un milagro", Moisés Sánchez ha indicado que el hecho de que no haya habido muertos ni heridos pese a la envergadura de esta emergencia se debe principalmente a la ciencia, que permitió monitorizar todo el proceso sísmico previo a la erupción y predecir dónde se produciría, con apenas una desviación de unos 300 metros.
"La lava salió donde se esperaba, alejada de núcleos urbano como Los Llanos o Tazacorte. Si llega a ser una falla o un corte en mitad de Tajuya, entonces sí que tenemos un problema -en cuanto a daños personales se refiere-, pero ese escenario no estaba contemplado" por los expertos, ha subrayado.
El director del 112 Canarias ha explicado también que "la gran preocupación" hasta que se produjo la erupción era el riesgo de seísmos de gran envergadura, de 4 o 4,5 en la escala Richter.
Para su sorpresa, cuando reventó el volcán en la zona de Cabeza de Vaca, en El Paso, el volumen de llamadas que atendió el 112 Canarias fue "como un día normal", pese a que se había reforzado el servicio en previsión de que se produjera un "aluvión" de alertas. Ha opinado que la ciudadanía de La Palma "se comportó de manera excelente, exquisita; hubo un asombroso respeto" a las indicaciones previas de llamar solo en caso de emergencia, a diferencia de otros episodios en los que se colapsa el servicio.
De esto ha extraído dos conclusiones: la primera, que el dispositivo desplegado en la 'zona cero' es tal que "los ciudadanos no se vieron en la necesidad de recurrir a ayuda externa, porque la tienen a un palmo de donde están". La segunda, que "el pueblo palmero ha sabido responder" y ha sido "solidario", también en las evacuaciones, sin que se hayan registrado incidencias reseñables.
Ha indicado que la mitad de la población de las zonas evacuadas se marchó por su cuenta a casas de familiares o amigos "cuando vio la situación". Apenas "unos pocos" tuvieron que ser "advertidos y exigidos" por las fuerzas de seguridad para que abandonaran sus casas, y los más reticentes fueron los que estaban preocupados por abandonar a sus animales.
También ha destacado que los bulos surgidos en torno a la erupción de La Palma han sido "muy pocos", y que canales oficiales como el Cabildo de La Palma o del 112 son "herramientas muy potentes" para la difusión de información "de manera continua y veraz". Sánchez ha explicado que en el 112 han ido monitorizando lo que se publica en las redes sociales y que hay "muchos internautas" que realizan "una gran labor divulgadora, nutriéndose de fuentes oficiales". Y ha añadido que "quienes han intentado someramente trasladar algún bulo, el resto de usuarios de la red lo han machacado, han ido a por él. En esta erupción no han encontrado un caldo de cultivo para poder hacer de su capa un sayo".