Paz Esteban, la filósofa al frente del CNI y señalada por Pegasus
La primera mujer directora del CNI está en el punto de mira por el 'caso Pegasus', el espionaje a los móviles de políticos independentistas y del presidente y la ministra de Defensa
Desde analista de datos hasta directora del Centro, Esteban lleva 40 años en "La Casa", como llaman al CNI.
Sustituta de Sanz Roldán, su cometido era volver a hacer invisible al CNI, Pegasus se lo ha impedido
Discreta por naturaleza y porque el cargo lo impone, Paz Esteban (Madrid, 1958) está incómoda. La actual directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está en el punto de mira tras el escándalo Pegasus, el espionaje a los móviles de políticos independentistas y a altos cargos del Gobierno.
El agujero de seguridad pone en la diana al CNI y a ella, su directora desde el 5 de febrero de 2020. Esteban se sabe en la cuerda floja, sobre todo desde que se hizo público que el software Pegasus había entrado en los teléfonos de Pedro Sánchez y Margarita Robles. La responsabilidad pesa sobre ella y su centro, que cuenta con 3.500 espías.
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Fichada por la propia Robles hace dos años, Esteban era una mujer de "La Casa" (como llaman al CNI). Funcionaria, 40 años trabajando en "inteligencia". La ministra le encargó una misión: volver a hacer invisible al CNI, tras el caso del comisario Villarejo y los últimos años complicados de Sanz Roldán, con el asunto del emérito y Corinna Larssen.
Con el nombramiento, los espías respiraron aliviados. "Es una de los nuestros", pensaron. La calma ha durado poco. Dos años y tres meses.
La filósofa que analizó el 11-M
Lo primero que llama la atención de Paz Esteban es su voz. Aterciopelada, modulada, radiofónica, de profesora de las de antes. Bien podía haberlo sido. Esta licenciada en Filosofía y Letras, experta en Historia Medieval, iba para bibliotecaria cuando se le cruzó un amigo de su padre por el camino. La convenció para que se presentara a las oposiciones de un "ministerio" que resultó ser el Cesid (Centro Superior de Información de la Defensa). Aprobó y hasta hoy.
Paz Esteban nunca ha sido agente de campo, pero sí una reputada analista de datos. Sus informes sobre los atentados del 11-S y el 11-M, afirman quienes los han leído, eran más que certeros.
Esteban llegó al mundo del espionaje en la época de Emilio Alonso Manglano. Ha estado bajo las órdenes de Jorge Dezcallar y las del exgeneral Félix Sanz Roldán, de quien era su número dos.
Cuando el CNI adquirió Pegasus para espiar en el extranjero en 2016, ella estaba en la cúpula del CNI. También lo estaba cuando se creó la Unidad de Defensa de los Principios Constitucionales, en plena tensión separatista con Cataluña.
Trabajó codo con codo con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, cuando el CNI estaba bajo su mando. Se llevaban bien. También tiene buena sintonía con Margarita Robles, la ministra de Defensa, bajo cuyo paraguas está ahora el CNI. Se consideran amigas, pero quizás Esteban no ha logrado cumplir su último trabajo: devolver al CNI a un perfil bajo. Un caballo con alas se lo ha impedido.