El Departamento de Salud del Gobierno Vasco realizará este verano una primera experiencia en la que se invitará a las personas que asistan a las playas de Itzurun y Santiago de Zumaia, Laga y Laida de Ibarrangelu, Isuntza de Lekeitio, Laidatxu y Ondartzape de Mundaka y Garaio Sur de Burgelu a no fumar, ni utilizar dispositivos de consumo de nicotina, durante su estancia en la playa. La propuesta pretende desnormalizar el consumo de tabaco y crear un ambiente sin humo para evitar el consumo activo y pasivo en un entorno de ocio con gran presencia de menores.
La intervención colaborativa interinstitucional “Playas libres de humo” parte de la iniciativa “Kerik Gabeko Herriak” del Departamento de Salud que surge con los objetivos de proteger tanto el medio ambiente como a la población, creando entornos más saludables, completamente libres de humo de tabaco y contribuyendo también a desnormalizar el consumo de tabaco y dispositivos susceptibles de liberación de nicotina. Se fundamenta en que, la creación de ambientes libres de humo contribuye a prevenir o retrasar la edad de inicio en el consumo de tabaco y, además, evita el consumo pasivo, sobre todo en personas menores de edad. El proyecto de espacios sin humo se ampliará también a los entornos de centros escolares y de los parques infantiles.
Se ha programado el inicio de la propuesta de playas sin humo para el día 15 de junio. No se trata de una iniciativa punitiva, sino que es una acción basada en el compromiso individual y colectivo. Es una invitación a las personas que acuden a la playa a adquirir el compromiso de no fumar en este entorno para avanzar hacia una Euskadi libre de humo. En el verano de 2021 se pilotará el proyecto, en estas localidades con el fin de iniciar en 2022 la constitución de la Red Vasca de Playas libres de Humo de Tabaco.
Esta iniciativa pretende, además, contribuir a evitar que las colillas sean el objeto contaminante más habitual en estos espacios y aumentar el atractivo natural del entorno. Fumar en las playas no solo puede suponer un perjuicio para las personas no fumadoras, sino que las colillas también son devastadoras para el medio ambiente. Ocasionan un deterioro medioambiental para los arenales, ya que una colilla puede tardar entre 5 y 10 años en degradarse, contamina el mar y sus sustancias tóxicas puede matar a los animales marinos. La mayoría de los filtros de las colillas están hechos de acetato de celulosa, un termoplástico que puede acabar en el estómago de otras especies animales y, además, contienen muchas otras sustancias tóxicas, como hidrocarburos policíclicos aromáticos, nicotina, arsénico y otros metales pesados.
Las playas participantes en la experiencia contarán con elementos informativos (paneles, cartelería, folletos, megafonía, web), y , además, se complementarán en el entorno de la playa con actuaciones divulgativas o de dinamización para difundir la iniciativa y hacer partícipe a un mayor número de personas.