El momento del dramático y solitario adiós de Pablo Casado del Congreso con un discurso de despedida

Nadie sabía si iba a acudir al Congreso. Y lo hizo. Pero no para preguntar al presidente, sino para dar su discurso de despedida. Un discurso en el que no sin intención habló de la entrega a sus compañeros como su pauta de conducta en la política.

Pablo Casado dio las gracias con la mano en el corazón, entre aplausos, sabiendo que todos ellos eran de fogueo. Porque todos los que le aplaudía, salvo alguna excepción, quieren su salida. Casado no tuvo un cara a cara con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No lo tuvo porque cuando escuchó la réplica de guante blanco de Sánchez, diciendo que no iba a convocar elecciones y le deseaba lo mejor en lo personal, se levantó y se fue. Ni un saludo, ni un gesto con el presidente. Ni una escenificación del adiós. Solo una imagen de espaldas saliendo del Congreso. Una mano en el corazón antes, aunque lo tuviera roto.

El presidente del PP, Pablo Casado, abandonaba el pleno del Congreso de los Diputados de este miércoles acompañado por Pablo Montesinos y por Ana Beltrán tras recibir los aplausos de su grupo parlamentario.

El todavía líder del PP asistía a la sesión de control al Gobierno por "obligación como jefe de la oposición". No ha formulado la pregunta prevista en el orden del día al presidente del Gobierno pero si ha hecho una intervención que ha sonado a despedida.

El dirigente popular destacaba que la forma de entender la política se basa en la "defensa de los valores, el respeto a los adversarios y la entrega a los españoles", unas palabras que valían el aplauso de la bancada popular.

Pablo Casado responde a los aplausos con un cariñoso gesto

La ovación a Pablo Casado ha durado más de un minuto ha durado más de un minuto. El dirigente, tras aguantar sentado los aplausos durante unos segundos, no ha podido contenerse. Se ha levantado y, con la mano en alto, ha dedicado un cariñoso saludo a la bancada de su formación. Incluso se ha llevado la mano al pecho en señal de gratitud. A su lado estaba Cuca Gamarra, a quien le ha dedicado una caricia al volver a sentarse.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ha deseado "lo mejor en lo personal" desde la diferencia y la discrepancia que les ha enfrentado en las sesiones de control, aunque le ha afeado una vez más que la oposición se ha colocado siempre desde la "confrontación".