Son los efectos colaterales del no es no de Pedro a Pablo. El PSOE no lo quiere en el Consejo de Ministros para evitar que desde él forme un Gobierno paralelo, más aún cuando Podemos lo que quiere son carteras sociales con alto valor mediático. Esto conllevaría a que sería Iglesias el que se beneficiaría de las medidas que más réditos electorales darían mientras que el Gobierno es el que tendría que mostrarse firme ante la sentencia del procés y la posibilidad de aplicar el 155 si la situación fuera a mayores.
En medio de esta lucha, en la que se filtra que Iglesias quería una vicepresidencia social mientras Abalos luego se muestra reacio a confirmarlo, los gobiernos de Navarra y Rioja saltan por los aires. Podemos presiona donde es necesario para formar gobiernos para lograr el objetivo fundamental que no es otro que poner a su líder en el Consejo de Ministros.
El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha hecho un llamamiento a todos los partidos políticos para que permitan la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. “La única alternativa es un periodo de bloqueo político sin solución de continuidad”, ha dicho. Ábalos se ha dirigido a Podemos al advertirles que pensar que la situación se resolverá en septiembre en el marco de una negociación in extremis es un error. También ha sido muy crítico con Albert Rivera por no cogerle el teléfono al presidente del Gobierno. “Ciudadanos vive o padece una profunda crisis existencial, por el bien de todos que la resuelvan”, ha señalando animando a la gente de Ciudadanos a plantar cara a las decisiones de un líder que les lleva, según el PSOE, a la marginalidad.
Desde Podemos tienen claro que la investidura no será gratis. La portavoz orgánica y diputada en el Congreso de los Diputados de Unidas Podemos, Noelia Vera, ha indicado que para que su formación se abstenga en la sesión de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, tendrá que haber una negociación previa que lleve a un acuerdo con el PSOE. La situación es calificada como dramática la situación en la actualidad y achaca la situación a la "dejadez" del PSOE. Podemos quiere sí o sí, y lo refrendarán las bases salvo sorpresa mayúscula, un gobierno de coalición con carteras ministeriales.
Posiciones alejadas a pocos días de un debate de investidura que también divide a los independentistas en Cataluña. Quim Torra aboga por votar 'no' a Sánchez, en una carta que publica "La Vanguardia", si no apoya la celebración de un referéndum de autodeterminación. El Gobierno asegura que eso está fuera de cualquier negociación. La postura de Torra no la comparten todos en su propio partido. Y mientras, Esquerra sí se muestra abierta a la posibilidad de dar su apoyo a Sánchez. Ante el bloqueo, los expresidentes Aznar y González lamentan la situación de bloqueo y piden volver a la centralidad.
Podemos ha votado en contra de la investidura de la socialista Concha Andreu como presidenta de La Rioja. Raquel Romero ha rechazado la oferta de los socialistas, dos viceconsejerías y la dirección general de Vivienda, por la negativa a que pudieran sentarse en el Consejo de Gobierno. Todo, a pesar de que en su discurso previo a la votación, Andreu ha insistido en retomar las negociaciones y "poner el reloj a cero".
Y los efectos colaterales del no acuerdo de investidura han llegado a Navarra y Rioja. En ambos Podemos no quiere dar el gobierno al PSOE gratis. Y en Navarra, el Gobierno de María Chivite en Navarra sigue pendiente: Geroa Bai y Podemos quieren una coalición mientras que el PSN apuesta por un Ejecutivo monocolor. Por su parte, el parlamentario de EH Bildu Adolfo Araiz ha afirmado este jueves que su partido aún no ha tomado ninguna decisión sobre qué votará en un proceso de investidura de María Chivite (PSN) en Navarra y que se debate entre la abstención y el no, ya que en ningún caso contemplan votar sí. El enfrentamiento entre Sánchez y Pedro no solo aleja la posibilidad de un gobierno de izquierdas sino que ya tiene efectos colaterales.