Desde que comenzó la crisis del coronavirus, que ha derivado en una pandemia mundial que pasará a la historia por los más de 200.000 fallecidos que registra, las historias y testimonios personales están siendo una gran radiografía de la capacidad de superación que tiene el ser humano. Un ejemplo de ello es la biografía al completo de Angelina Friedman, cuyo nombre de soltera era Angelina Sciales; una mujer norteamericana nacida en 1918 y que, a estas alturas del nuevo milenio, ya ha superado la gripe española, un cáncer y el actual virus del SARS-2 que se originó en China.
Angelina nació en un barco de inmigrantes y sobrevivió a pesar de que su madre murió en el parto y de que el planeta entero, por esa fecha, comenzaba a verse asolado por uno de los virus más letales que ha conocido la humanidad: el de la cepa H1N1, también conocido como la gripe española. No se sabe a ciencia cierta si la gripe se originó en España pues, con la movilidad de los soldados que luchaban en la Primera Guerra Mundial, pudo llegar de otra parte del mundo, pero sí existen motivos (aunque no demostrados) para creer que su gran mutación tuvo lugar en Madrid.
Fue una influenza tan inteligente que mutó hasta 25 veces, por lo que se hizo incontrolable para la comunidad científica del momento y se cobró más de 40 millones de vidas, que parecieron frente a 'La Muerte púrpura'. En base a ese dato, es un milagro que una bebé como Angelina pudiera sobrevivir y tener, además, una larga vida, pues es ya la única superviviente de sus once hermanos.
Después de casarse, y convertirse en la señora Friedman, como ha contado la CNN, Angelina y su marido padecieron un cáncer al mismo tiempo, que sólo ella superó. Y ahora, en el 2020, cuando ya cuenta con 101 años a la espalda y siendo la población más mayor el sector más afectado por la nueva pandemia, se ha convertido en una de las supervivientes del coronavirus.
A pesar de la fuerza de su envidiable ADN, esta neoyorquina contrajo el coronavirus después de hacer una visita de obligado cumplimiento al hospital, debido a otros tratamientos propios de su anciana edad que no han trascendido.
Tras sufrir un fuerte periodo de fiebre, como todos los enfermos graves de COVID-19, su cuerpo ha luchado contra las dificultades respiratorias y de circulación de la sangre que se han descubierto ahora, y el pasado 20 de abril dio negativo en la prueba del virus.Angelina ya ha vuelto a comer y a pedir sus agujas de punto porque, a pesar de todo lo sufrido, sigue siendo una mujer con muchas ganas de vivir.