El Gobierno ha puesto fin este sábado al formato de comparecencia diaria en rueda de prensa del Comité Técnico de Seguimiento de la Pandemia del coronavirus, del que formaban parte además del doctor Fernando Simón, responsables de la Guardia Civil, Policía Nacional y los ministerios de Transportes y Defensa, según ha informado el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Angel Oliver.
"Los responsables técnicos que designen los ministerios van a volver, desde luego, seguramente desde el ámbito sanitario el doctor Simón, volverán a comparecer de manera singular cuando sea necesario para transmitir las novedades de sus respectivas competencias", ha señalado Oliver.
Estas comparecencias habían sido cuestionadas interna y externamente en especial por la presencia de los uniformados, sobre todo a raíz de la polémica generada la pasada semana por unas declaraciones del general de la Guardia Civil José Manuel Santiago en las que dijo que uno de los trabajos del cuerpo era el de monitorizar las redes sociales para "minimizar el clima contrario a la gestión de crisis del Gobierno".
A las críticas se sumaron diversas organizaciones sindicales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que cuestionaron la "sobreexposicón" de los mandos, en especial tras esa polémica del general Santiago. Entendían que el formato podía ser válido al inicio del estado de alarma para explicar las limitaciones de movimientos, pero que ya no había novedades de relevancia como para que los uniformados comparecieran cada jornada.
Ahora, tras más de 40 días de comparecencias diarias, Moncloa ha decidido eliminar esas ruedas de prensa. Su función era comentar las novedades informativas sobre la evolución del coronavirus y responder a las preguntas de la prensa.
Junto a los mandos policiales comparecían el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y principal portavoz de este grupo técnico, el doctor Fernando Simón, la secretaria general de Transportes, María José Rallo y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Miguel Ángel Villarroya. A éste le ha sustituido en algunas ocasiones su jefe de Gabinete, Carlos Pérez.
Por parte de la Guardia Civil comenzó a participar en las ruedas de prensa el director adjunto operativo (DAO), teniente general Laurentino Ceña, que fue sustituido tras dar positivo en COVID-19 por el general José Manuel Santiago, jefe del Estado Mayor del Instituto Armado.
El DAO de la Policía Nacional, comisario principal José Ángel González, ha regresado recientemente a las ruedas de prensa, después de estar de baja al dar positivo en coronavirus. Fue sustituido por José García Molina, que también causó baja, por lo que hubo una tercera persona representando en Moncloa a este Cuerpo: la subdirectora Pilar Allúe. También tuvo que ser sustituido temporalmente el doctor Simón.
La presencia de los mandos policiales durante tantos días ha sido criticada internamente al entender que una crisis sanitaria no precisaba de una rueda de prensa de uniformados, sino de expertos en salud pública. La mayoría de sindicatos y asociaciones profesionales defendieron que pudo ser útil al principio de la crisis, pero luego se han quejado de que no asumieran la portavocía cargos políticos para evitar la "sobreexposición" de mandos.
El DAO José Ángel González protagonizó una primera polémica al defender, a preguntas de la prensa en la rueda de prensa de Moncloa, que desde la Policía se empezó a hacer provisión de material como mascarillas y guantes en enero. Entonces se dieron instrucciones internas de protegerse en los dispositivos de llegada de viajeros desde zonas afectadas por el virus.
El secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, le preguntó si se refería a una fecha más reciente, pero el máximo jefe operativo de la Policía mantuvo que estaba en lo cierto, que desde enero se había estado haciendo esta provisión de material. El Gobierno sostiene que no hubo avisos previos que alertaran de la magnitud de la pandemia.
Sin embargo, la polémica más reciente en el marco de estas ruedas de prensa la protagonizó el general Santiago cuando el pasado domingo dijo en Moncloa que entre los trabajos de la Guardia Civil estaba el de monitorizar redes sociales para "minimizar el clima contrario a la gestión de crisis del Gobierno".
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, lo atribuyó a un lapsus y luego los medios de comunicación difundieron un correo interno del 15 de abril en el que el jefe del Estado Mayor pedía recopilar bulos que afectaran a "instituciones del Gobierno".
El propio general Santiago aclaró en Moncloa 48 horas después, el martes, que se refería a "instituciones del Estado" y que "en ningún momento habló de crítica política o de ciudadanos, amparados en sus derechos de libertad de expresión o de información".
Un día antes el general había defendido su profesionalidad, sin que se diera traslado en Moncloa a las preguntas de la prensa sobre la polémica, y el doctor Fernando Simón intervino para censurar las críticas que entendía que eran malintencionadas para hacer "daño" aprovechando un "fallo" en la forma de expresarse. Todos los técnicos aplaudieron en señal de apoyo al mando de la Guardia Civil.
Ante las críticas y dudas generadas, Grande-Marlaska compareció el pasado jueves en la Comisión de Interior para defender que el rastreo de redes sociales se centra en bulos de origen desconocido que pueden generar alarma por desinformación en lo referente a la COVID-19, negando que haya "persecución política" ni tampoco censura de ningún tipo.