Don Juan de Borbón no sólo entregó a su hijo la Corona de España renunciando a sus derechos dinásticos. Según publica hoy el diario El Mundo, el hijo de rey y padre de rey que, sin embargo, nunca pudo reinar, dejó en herencia a su muerte, hace mañana 20 años, más de 1.000 millones de pesetas.
Una fortuna que se repartieron entre sus tres hijos, siendo para don Juan Carlos la mayor parte: 375 millones. El resto fue para sus dos hermanas, las infantas Margarita, que heredó 172 millones, y Pilar, con 131 millones.
La hija mayor de los Condes de Barcelona convirtió sus pesetas en dólares y guardó el dinero en una cuenta de J.P. Morgan en Nueva York.
La información que publica el diario El Mundo en exclusiva desgrana los papeles de la herencia, que estaba formada por 728 millones en metálico repartidos en tres cuentas en bancos suizos de Ginebra y Lausana, país en el que pasaron parte de la segunda Guerra Mundial, y 350 millones más en inmuebles: Un apartamento en Estoril, ciudad de su exilio, un chalé en la lujosa urbanización madrileña de puerta de Hierro y varias oficinas en la Gran Vía de la capital de España.
El yate Giralda fue cedido a la Armada para, según El Mundo, evitar impuestos. En el artículo se especifica que se desconoce qué sucedió con la parte que le correspondió al Rey una vez que fue ingresada en 1993, a la muerte de su padre, en un banco de Ginebra.