La frontera entre España y Marruecos en Ceuta ha estado sellada durante horas tras la invasión migratoria de este martes en la zona del Tarajal. Tras horas sin ninguna nueva entrada, sobre las 16.00 horas de la tarde han llegado decenas de jóvenes que bordeaban la frontera para llegar a nado a la playa del Tarajal. Gran parte de ellos son menores de edad.
España ha anunciado que mantendrá el despliegue de policías y militares 'sine die'. Por el momento ya han sido devueltos a Marruecos 4.800 migrantes de la avalancha de ayer.
Las autoridades españolas prevén mantener sin fecha límite el despliegue de la Guardia Civil y la Policía Nacional con unidades militares de La Legión y Regulares que se ha establecido en las inmediaciones de la frontera de Ceuta y el espigón marítimo anexo del Tarajal, donde este martes por la tarde se ha conseguido evitar la entrada irregular de más ciudadanos marroquíes tras acumular 8.000 pases en apenas 40 horas. El Gobierno aprecia este miércoles un cambio de actitud de Marruecos. Fuentes del Ejecutivo han asegurado que "está suavizando" su posición. La intensidad de las llegadas ha ido decayendo.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Ceuta han confirmado en declaraciones a Europa Press que, a pesar de ello, el dispositivo establecido este lunes, al que ya se han sumado 50 agentes de la Benemérita y 150 de la Policía Nacional, continuará operativo durante la próxima madrugada y 'sine die' hasta que la crisis migratoria propiciada por Marruecos se dé por definitivamente superada.
El Ministerio del Interior ha anunciado este martes que enviará a la ciudad autónoma otros cincuenta efectivos del Instituto Armado y que ha puesto en alerta a 150 miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, especializados en contener disturbios y grandes masas, por si fuera necesario su traslado y despliegue en Ceuta.
Las autoridades españolas calculan que ya se ha devuelto o han retornado voluntariamente al Reino alauita aproximadamente 4.800 de los 8.000 migrantes irregulares recibidos, cuya presencia vagando por las calles de la ciudad se ha ido reduciendo con el paso de las horas.
El volumen de entradas se ha ido reduciendo también paulatinamente gracias a los "intensos" controles establecidos, según testigos presenciales, por las fuerzas de seguridad marroquíes en las carreteras que llegan hasta las poblaciones de Fnideq y Beliones con el fin de evitar el paso de personas no residentes en alguna de ellas.
La Policía Nacional mantiene un equipo conjunto de Extranjería y Científica trabajando "las 24 horas" para agilizar las expulsiones de los adultos que han entrado irregularmente en territorio español a nado, bordeando los espigones marítimos o usando rudimentaria embarcaciones y flotadores, la mayoría jóvenes varones pero también mujeres, niños y bebés y algún migrante de origen subsahariano.