Maremotos y tsunamis en nuestras costas: Andalucía ya tiene su plan de contingencia
Andalucía elabora un 'Plan de Contingencia ante riesgo de maremotos'
Su objetivo es establecer instrucciones básicas que den respuesta a una eventual emergencia ante este tipo de riesgos en sus costas
El CSIC alertaba recientemente de la posibilidad de tsunami en las costas de Andalucía
Recientemente, a principios del pasado mes de agosto, era el propio Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el que a través de un estudio alertaba directamente de la posibilidad de tsunami en el sur de España; de que olas de grandes dimensiones puedan llegar a azotar a gran parte de la costa de Andalucía y del norte de Marruecos.
Publicado en la revista ‘Scientific Reports’, en el citado estudio los investigadores subrayan que las fallas de salto en dirección, como la de Averroes (Mar de Alborán) tienen más potencial del que se pensaba para generar tsunamis costeros; algo que no hace sino disparar la inquietud y la preocupación ante el futuro climático de nuestras costas y los posibles desastres derivados de un calentamiento global del que múltiples expertos no paran de alertar.
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Frente a tal escenario, la respuesta de Andalucía no ha tardado en llegar: el Gobierno andaluz ha elaborado un ‘Plan de Contingencia ante riesgo de maremotos'.
Según ha informado la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior, el documento busca reflejar la situación actual del planeamiento y establecer unas instrucciones básicas que den respuesta a una eventual emergencia ante este tipo de riesgos en las costas andaluzas.
Según ha señalado la Junta a través de una nota, el análisis de riesgo de la costa occidental (Cádiz y Huelva) ya ha finalizado, y ahora se trabaja en el relativo a la costa oriental (Almería, Granada y Málaga).
Plan especial estatal ante riesgos como los maremotos
En este contexto, el Gobierno andaluz recuerda que España cuenta con un plan especial estatal ante este tipo de riesgo, si bien, no existe ninguna comunidad autónoma que lo haya planificado. Por ello, la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior, según señalan, dispone ya de unos trabajos muy avanzados del plan atendiendo a los esquemas de planificación existentes en Andalucía, que incluye la definición de operatividad, el análisis de riesgo y la información previa a la población y sistema de alertas ante maremotos.
Para ese propósito, precisa la Junta, se han tenido en cuenta medidas como disponer de una organización e instrumentos de participación que permitan disponer de una estructura organizativa que dirija y coordine la emergencia, así como establecer y prever los mecanismos de actuación para coordinar la aportación de medios y recursos de intervención ubicados fuera del ámbito de la comunidad autónoma, cuando los previstos en el plan se manifiesten insuficientes.
Medidas del 'Plan de Contingencia' ante maremotos y tsunamis
Entre las medidas, por su parte, también destacan el mantenimiento de una base de datos sobre medios y recursos disponibles en caso de maremoto, además de definir la organización, medios y cauces de colaboración que permitan hacer llegar la información sobre alertas de maremoto a las autoridades de protección civil y a los órganos y servicios públicos, así como a la población potencialmente afectada.
De igual modo, en la misma línea, el plan contempla la organización de programas de información a la población, que permita, mediante el conocimiento del fenómeno, establecer sus propios sistemas de autoprotección. Además, se tienen en cuenta en todas sus fases las distintas necesidades de las personas con discapacidad, estableciendo protocolos de actuación específicos para garantizar su asistencia y seguridad.
En el desarrollo del plan se ha contado con el programa Europeo Copernicus EMSN-078, que ha creado una simulación de la peligrosidad y vulnerabilidad de las costas andaluzas susceptibles de ser alcanzadas por maremotos y tsunamis, así como la inundabilidad de las playas y municipios de las mismas; un proyecto dirigido conjuntamente por la Agencia Espacial Europea (ESA) y por la Unión Europea a través de la Agencia Europea de Medio Ambiente.