El Ministerio de Sanidad decidió mantener a Madrid en la fase cero en la desescalada al considerar que su capacidad de realización de pruebas PCR "está al límite de su capacidad", aprecia que la Comunidad no aporta "aspectos claves" sobre los tiempos de disponibilidad de la información recopilada en su sistema de vigilancia ante el COVID-19, que debe consolidar en Atención Primaria, y entiende que no aporta detalles de refuerzo de personal necesario.
Así lo recoge en un informe técnico fechado ayer de la directora general de Salud Pública del Ministerio, Pilar Aparicio, donde se expone las razones para mantener a Madrid en la fase cero una semana más. Este documento incide en que Madrid es la región "más densamente poblada de España", sobre todo la capital, lo cual puede "favorecer una elevada tasa de contacto entre personas, con la consiguiente probabilidad de transmisión".
"La conectividad de la Comunidad en general, y de la capital en particular, es muy elevada, lo que incrementa el riesgo de propagación de la enfermedad a los municipios y provincias de su alrededor. Estos elementos requieren que se adopte una especial consideración la hora de realizar su valoración", desgrana el análisis de Salud Pública.
El informe confirma que el número de reproducción básica está por debajo de 1 desde el 30 de marzo y la curva epidémica también muestra una tendencia "descendente". "Se puede considerar que la circulación de SARS-CoV-2 en la Comunidad de Madrid es de nivel moderado, con una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 39,74 sobre 100.000 habitantes, superior a la del conjunto de España", desgrana no obstante.
Además, enfatiza en que Madrid es de las autonomías "más castigadas" por la pandemia, con una incidencia en torno "al doble de la media nacional" y es la comunidad "con mayor nivel de transmisión y con mayor incidencia". Por otro lado, el documento relata que la proporción de positividad de la PCR a nivel hospitalario ha caído del 71 al 13 por ciento, un "signo de reducción" de la presión por COVID-19.
En este sentido, el Ministerio considera que se ha puesto en marcha un procedimiento "que comienza a ser eficaz en la detección precoz" de COVID-19 basado en la toma de muestras en 306 centros de Atención Primaria, pero cree que conviene observar en los próximos días y "ver como se adapta a nuevas necesidades de accesibilidad".
"Al momento de realizar este análisis se aporta información sobre los dos días que lleva implementado el procedimiento, que, si bien indica esfuerzo, debe consolidarse en un ámbito territorial complejo en movilidad. La proporción de sospechosos a los que se realiza la prueba diagnóstica se incrementa del 32,9% (626/1.905) al 57,8% (924/1.599) en solo dos días, lo que es necesario, así mismo, consolidar", desgrana el Ministerio.
Además, en la referencia al plan de Recursos Humanos, el Ministerio afirma que "no se explican con detalle los mecanismos para garantizar la dotación de profesionales suficientes en toda la estrategia a desplegar y sobre los procedimientos para asegurar la disponibilidad de materiales para toma de muestras y de equipos de protección individual".
"La realización de PCR en el momento actual está al límite de su capacidad", asegura el departamento de Salud Pública para agregar que, en base a la información aportada por la Consejería de Sanidad, se están realizando 9.918 PCR al día, en torno al 90 por ciento de su capacidad máxima (10.977 PCR al día), por lo que "convendría programar una ampliación de esta capacidad ya que podría resultar insuficiente en caso de brote, especialmente bajo" la estrategia de diagnóstico exhaustivo de casos sospechosos en Atención Primaria.
El Ministerio admite que Madrid ha hecho un "esfuerzo importante" respecto a la semana pasada para "reforzar" su capacidad diagnóstica y su sistema de detección precoz en Atención Primaria. Sin embargo, cree "necesario" que su sistema se consolide en los próximos días para "mayor seguridad y que se pueda visualizar su completa capacidad de detección, diagnóstico, aislamiento y seguimiento de casos confirmados y sus contactos".
Por otro lado, la capacidad máxima de camas es de 72,2 camas de agudos por 10.000 habitantes y de 2,8 camas de UCI por 10.000 residentes, "muy por encima de los mínimos establecidos". "Es destacable la capacidad demostrada por la Comunidad de Madrid para aumentar sus capacidades de asistencia hospitalaria durante la onda epidémica, acreditando su capacidad de asumir en este ámbito los incrementos en la transmisión", reconoce el departamento dirigido por Salvador Illa.
En lo relativo a la presión asistencial en hospitales, el informe de Salud Pública confirma que continúa bajando con una ocupación de camas de agudos que ha descendido del 17,6 al 15,2 por ciento y la de camas de críticos del 42,7 al 37,1 por ciento respecto a la semana anterior.
"Los niveles de ocupación general (COVID y No COVID) muestran también una descongestión progresiva del sistema sanitario, lo que refleja las consecuencias de la fase descendente de la curva epidémica, lo cual debería permitir ir retomando la actividad asistencial habitual", concluye.
No obstante, la evaluación del sistema de vigilancia no es tan positiva, pues el Ministerio requiere una "descripción más amplia" pues "no se detallan aspectos claves como los tiempos de disponibilidad de la información o cómo se integran las nuevas herramientas tecnológicas".
"El informe tampoco aporta suficiente información sobre el sistema de trazabilidad de contactos (diseño y dotación de recursos), como para garantizar su capacidad para asumir el volumen de contactos que se van a generar tras la entrada en vigor de los nuevos protocolos", ha apuntado.
También aprecia que el 20 por ciento de las residencias de Madrid, que son uno de los principales focos de transmisión y mortalidad, "aún no están cubiertas por los sistemas de coordinación asistencial sanitaria desarrollados durante la epidemia".
"Se está desarrollando un plan integral de desescalada con acciones en diferentes ámbitos, aunque no se especifican las acciones implementadas y las planificadas para la siguiente fase, lo que es importante para el control de posibles situaciones de riesgo", zanja el documento.