El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha invitado a los madrileños a "celebrar San Isidro, tras más de un año en el que la ciudad ha tenido que hacer "sacrificios" por la pandemia del coronavirus, que "todavía no ha acabado, aunque hay motivos para la esperanza".
Almeida ha hecho estas declaraciones tras participar en un acto en memoria por las víctimas del coronavirus en la Plaza de Cibeles, junto al pebetero, con la presencia de la vicealcaldesa, Begoña Villacís, y los portavoces de los grupos municipales.
El alcalde ha subrayado que este homenaje a las víctimas de la covid, en el que se ha interpretado una canción con un chelo, se celebra con "profunda emoción", porque aunque San Isidro es un día de celebración "no se puede olvidar a todos aquellos que nos han dejado" durante la pandemia.
En este sentido, ha dicho que lo acontecido estos últimos meses "siempre tiene que estar en nuestro recuerdo", y ha puesto en valor el símbolo que representa el pebetero de la Plaza de Cibeles, cuya llama siempre encendida "testimonia el recuerdo a todos los que nos han abandonado" por el virus.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha presidido este sábado en la sede del Ayuntamiento la entrega de las medallas de la ciudad. Mientras que el año pasado se entregó una sola medalla (la de Honor, al pueblo de Madrid), en esta ocasión se conceden sendas condecoraciones de este rango a las exalcaldesas Ana Botella (PP) y Manuela Carmena (Ahora Madrid). No sin polémica, pues ni el PSOE ni Vox respaldaron la propuesta de la Alcaldía.
También ha dado que hablar la medalla de Oro al escritor Andrés Trapiello, al criticarla el PSOE por el "revisionismo histórico" del autor, postura que acabó rectificando el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes. La Medalla de Madrid en su categoría de Oro ha concedido, asimismo, al presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis; al cantante Ramoncín; y a la Fundación José María de Llanos.
Por último, la Medalla de Madrid en su categoría de Plata se ha otorgado al financiero Jaime Carvajal y Hoyos (a título póstumo), a la futbolista del Atlético de Madrid y la selección española Virginia Torrecilla; al taxista Matías Martínez Olmo; a las Hijas de la Caridad; y a la Plataforma del Tercer Sector.
Por segundo año consecutivo, Madrid celebra su fiesta patronal de San Isidro en un contexto marcado por la pandemia del coronavirus, ya que si bien la situación epidemiológica es mejor que hace un año y las restricciones mucho menores, no habrá verbenas ni festejos en la tradicional pradera.
Aún así, el ambiente es moderadamente más festivo y optimista que un año atrás, con un Madrid aún 'semiconfinado' e inmerso en la fase 0 de la desescalada. Entonces el Ayuntamiento se limitó a organizar dos actos muy restringidos y sin público, y las celebraciones religiosas fueron a puerta cerrada.
Será sin embargo el segundo año desde la restauración de las verbenas por Enrique Tierno Galván que no se celebrará San Isidro en la pradera de Carabanchel, desprovista de puestos de comida y bebida y de tenderetes de feria, y donde se desplegará un amplio dispositivo policial para evitar los botellones y las aglomeraciones que contravengan la normativa sanitaria.
El dispositivo -con un total de al menos 2.240 agentes de Policía Nacional y Policía Municipal- arrancó este viernes y se prolongará durante el fin de semana en la Pradera, el Parque de San Isidro y Las Vistillas para evitar la venta ambulante y los botellones.