El libro de Álvarez de Toledo: Casado un "bienqueda" y García Egea un "déspota" que hace política de "pelotas y peloteo"

  • La exportavoz del PP en el Congreso salda cuentas con sus compañeros de partido en su libro 'Políticamente indeseable"

  • Álvarez de Toledo acusa a García Egea de espiarla "como la Stasi" y de un "dominio despótico del grupo parlamentario"

  • Arremete contra los "barones blandos" como Feijóo y admira el coraje de Ayuso

Dicen que la venganza mejor servirla fría. Cayetana Álvarez de Toledo, la que fuera portavoz del PP en el Congreso de los Diputados durante 13 meses, se ha tomado algo más de un año para arremeter contra el que todavía es su jefe de filas, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y su lugarteniente, Teodoro García Egea. Ella asegura que su último libro "Políticamente indeseable", publicado por Ediciones B, es "un ajuste de cuentas contra la política indeseable", que a lo largo de 519 páginas que retratan su último paso por la política de la mano del PP de Casado, no deja títere con cabeza.

Al líder popular le retrata como "un hombre empático con ganas de caer bien" a todo el mundo, "un bienqueda", "con un punto de Calimero victimista", y "agobiado por las presiones de los barones" como el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o el de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que "se ha dejado girones de credibilidad en cada viraje político". A Pablo Casado le reprocha esa "empatía" que según ella es un truco que sustituye la convicciones, "no liderar", y no haber dado la cara por ella ante los barones "blandos", -así se refiere a ellos-, que intentaron abortar su nombramiento como portavoz parlamentaria. Pero sobre todo de dejarla inerme y no defenderla frente a su secretario general, García Egea.

"Había algo en Casado que no terminaba de convencerme. Me parecía, sí, un hombre de empatías variables. un camaleón sentimental. Lo que castizamente se llama un bienqueda o un veleta", dice de él en un libro que ha removido la planta noble de Génova, 13.

Había algo en Casado que no terminaba de convencerme. Me parecía, sí, un hombre de empatías variables. un camaleón sentimental. Lo que castizamente se llama un bienqueda o un veleta (Cayetana Álvarez de Toledo)

Pero con quien es especialmente dura es con García Egea, al que acusa de conspirar contra ella desde el primer minuto, de ejercer "un dominio despótico" del grupo parlamentario, y al que atribuye su salida abrupta de la primera línea política.

"Son políticos de los que no se recuerda ninguna idea original o realmente valiosa, pero que acaban imponiéndose por la pura fuerza de su ambición. Ansían el poder. Y a menudo acaban ejerciendo el poder. Y de una manera despótica. Teocrática. Teodocrática", asevera en un capítulo del libro titulado 'Disciplina'.

Son políticos de los que no se recuerda ninguna idea original o realmente valiosa, pero que acaban imponiéndose por la pura fuerza de su ambición. Ansían el poder. Y a menudo acaban ejerciendo el poder. Y de una manera despótica. Teocrática. Teodocrática (Cayetana Álvarez de Toledo)

"Su forma de hacer política son las pelotas y el peloteo. Esto último es absolutamente esencial. La coba al jefe se convierte en consigna y permea la organización de arriba a abajo con una facilidad pasmosa y letal. De pronto, hombres y mujeres adultos, inteligentes, formados, algunos con sólidas profesiones, acab comportándose como una pandilla. O, peor, como una claque servil y sectaria. Sus excelentísimas señorías, representantes de la soberanía nacional, reducidos a palmeros y, en el chat de diputados, a emoticonos de palmas. "¡¡¡Grande!!!. "¡¡¡Maestro!!". "¡¡¡Sensacional!!!". "¡¡¡Orgullo!!!". El espectáculo de diputados compitiendo en elogios acentuados por exclamaciones y emoticonos, a ver quién aplaude más y mejor al mando, es sencillamente desolador", continúa la exportavoz en un retrato descarnado de sus todavía hoy compañeros de filas.

A García Egea le acusa de prácticas de espionaje como de la Stasi, mandando a diputadas a escuchar "con la oreja pegada a la puerta de mi despacho", y de querer convertirla en una "portavoz florero". "Quizá Pablo tampoco quería una portavoz con personalidad propia. Y si alguna vez la quiso, pronto se arrepintió", se queja, mientras le reprocha en varios pasajes del libro de la falta de confianza en sí mismo.

Aunque Cayetana Álvarez de Toledo tiene para todos, al exministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, le describe como "un hombre conocido por su afición a la intriga", también se prodiga en alabanzas a Isabel Díaz Ayuso, la lideresa de moda en la derecha española.

Ayuso tenía una cualidad política que siempre he valorado por encima de cualquier otra: coraje al servicio de las ideas, una saludable ausencia de complejos. Actitud (Cayetana Álvarez de Toledo)

"Ayuso tenía una cualidad política que siempre he valorado por encima de cualquier otra: coraje al servicio de las ideas, una saludable ausencia de complejos. Actitud", dice de Ayuso, algo que según ella Pablo Casado, ahora de peleas internas con la presidenta de Madrid, no tiene.

En los despachos de Génova han acogido el último libro de Cayetana Álvarez de Toledo con frialdad, aunque la procesión va por dentro. Oficialmente prefieren no opinar. "No vamos a contribuir a que venda más libros", confiesan con un enorme enfado que les cuesta disimular. Ella ha acusado al número dos de Casado de delitos como el 'bullying' y el 'mobing', pero no se plantean, al menos de momento, ejercer ninguna acción disciplinaria contra ella. Bastante tienen con su guerra fratricida con Ayuso por el control de Madrid.

Álvarez de Toledo tampoco piensa renunciar a su escaño a pesar de todo lo que dice en este libro que sale a la venta este jueves. Ella dice que no se va "porque hay gente extraordinaria en el PP", y se siente de ese partido. Habrá que ver cómo la acogen sus compañeros de escaño después de haber digerido las más de 500 páginas de 'Políticamente indeseable'.