La lava que emite el volcán de Cumbre Vieja (La Palma) ha ralentizado su velocidad después de que ayer, tras el derrumbe de la parte superior del cono volcánico, se provocara un aumento de la velocidad, alcanzado velocidades entre los 250 y los 300 metros a la hora.
El volcán mantiene activos al menos cuatro centros emisores y la lava fluye en dos coladas, si bien el magma ha reducido su velocidad.
Según el balance diario del Departamento de Seguridad Nacional, la intensificación de la actividad eruptiva registrada desde el viernes sigue los cánones habituales de una erupción volcánica fisural de carácter estromboliano típica de Canarias.
Por lo tanto, los fenómenos explosivos que se están produciendo dentro del proceso eruptivo son normales, aunque no se pueden descartar situaciones de peligro.
Los dos centros emisores surgidos el viernes se fusionaron en uno y la rotura parcial del cono del volcán causó una colada con mayor fluidez y se estudia si la nueva boca abierta durante la mañana del sábado es una de las antiguas por las que ha vuelto a emerger lava.
Se mantiene en rojo el semáforo volcánico y el nivel 2 de la situación del Plan Especial de Protección civil y atención de emergencias por riesgo volcánico de Canarias (Pevolca).
Finalmente, este domingo volverá a reunirse, como cada día, el Comité Científico y el Comité Director, presidido por su director y consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez.
La lava que sale del volcán de La Palma ha cubierto desde que comenzó la erupción este domingo, 19 de septiembre, un total de 212 hectáreas destruyendo hasta el momento 461 edificaciones e infraestructuras, además de 16,9 kilómetros de carreteras, según los datos del satélite del programa Copernicus de la Unión Europea.
De este modo, la lava ya cubre 21,4 hectáreas más que en el última actualización de la tarde de este viernes, mientras que las edificaciones arrasadas a su paso también han crecido en 41 inmuebles.
El programa Copernicus, coordinado a través del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM), cuenta con dispositivos para la monitorización y seguimiento de las redes nacionales de alerta, situaciones potenciales de riesgo, incidentes y emergencias del ámbito de la protección civil.