Desde el pasado 19 de septiembre el volcán Cumbre Vieja de La Palma ha acaparado todas las miradas. Desde su erupción, la lava arrasa ya 997,9 hectáreas de superficie, mientras que hay un total de 2.613 edificaciones afectadas, según la última actualización del programa europeo 'Copernicus'.
Aunque una parte de la isla esté totalmente devastada y sus ciudadanos estén atrapados en una lucha incesante contra la ceniza que arroja el volcán, a sólo 25 kilómetros la vida sigue. El paisaje toma otro color en Santa Cruz de la Palma donde los escaparates ya lucen la típica decoración navideña.
Sus vecinos no olvidan a los que están al otro lado, pero viven con la esperanza de que la erupción termine cuanto antes para poder disfrutar con cierta tranquilidad de las próximas fiestas.
Así, la ciudad se pone de gala con guirlandas para poner algo de luz a estas semanas tan negras. No quieren que la ceniza empañe la ilusión de pequeños y mayores.
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado desde la medianoche de este miércoles un total de 49 terremotos, uno de ellos de magnitud 5 localizado a 35 kilómetros de profundidad y a las 6.27 horas, con intensidad IV y sentido en toda la isla.
Además, casi de forma consecutiva se ha registrado otro de magnitud 4,8 e intensidad IV-V, también en Mazo, a 36 kilómetros de profundidad, y sentido también en algunos puntos de Tenerife y La Gomera.
Este terremoto de magnitud 5 es el tercero con este indicador desde el pasado fin de semana.
El último informe del Departamento de Seguridad Nacional señala que en los últimos cuatro días el fenómeno eruptivo destacable ha sido la emisión de un considerable volumen de cenizas que cubre todo el sector oeste y noroeste de la isla y que está acompañado de explosiones audibles.