La erupción del Cumbre Vieja es la más larga en la historia de esta isla y ha cambiado para siempre el contorno de La Palma con la formación de las nuevas fajanas. Con el tiempo se verá en qué se convierten esos nuevos territorios que durante años no se podrán pisar.
Hoy, un equipo de Informativos Telecinco ha podido ver cómo ha quedado la isla desde el mar. Francisco José Frías, de la Brigada SMP de Tenerife, asegura que se está siguiendo con la vigilancia del mar, y se hace especial hincapié en la zona de exclusión temporal para la navegación, para prevenir cualquier tipo de accidente en la zona.
Mientras, el volcán sigue manteniendo la misma tendencia de los últimos días sin signos visibles de actividad con emisiones puntuales y esporádicas de gases volcánicos.
La emisión visible de gases volcánicos es puntual y esporádica, concentrándose en la zona de los centros eruptivos y en los jameos de los tubos volcánicos.
Mientras, en las paredes de los cráteres del cono principal y secundario se producen continuos "pequeños derrumbes" a favor de fallas y fisuras existentes.
El comité científico que monitoriza la erupción en Cumbre Vieja, La Palma, detectó ayer viernes "un pequeño flujo" de lava en superficie sobre las coladas que caen a la zona de acantilados de Las Hoyas, si bien persisten los "signos de agotamiento" del volcán.
Su portavoz, María José Blanco, ha indicado tras la reunión del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) que ese "pequeño flujo lávico" corresponde a "un remanente" que procede de un tubo volcánico aún activo.
Con todo, ha recalcado que ante la ausencia de fenómenos observables en superficie y los procedentes del sistema de vigilancia "se corroboran los signos de agotamiento", sin descartar un repunte de la actividad estromboliana y de la emisión de coladas.