Lorquiana, doliente, así luce Isabel Díaz Ayuso en el posado para la entrevista de El Mundo , que ha revolucionado las redes sociales. Entre los memes y la crítica, la presidenta de la Comunidad de Madrid se volvía 'trending topic' con sus ojos cerrados y su vestido negro, para "transmitir un mensaje artificial que ahora mismo no era necesario".
Así opina Cristian Solomoni, profesor en el postgrado en 'Comportamiento no verbal', en la UNIR. Para este experto, la forma que ha elegido la dirigente del PP en Madrid para comunicarse es "desafortunada", algo que empeora la situación que vive, Madrid con más de 15.000 fallecios por el coronavirus.
"Una estrategia comunicativa totalmente desafortunada, de prisa y sin pensar en las consecuencias en plena crisis, cuando la comunicación no verbal tiene que estar más cuidada que nunca. Estas fotos totalmente rebuscadas para trasmitir un mensaje artificial que ahora mismo no era necesario. "
Díaz Ayuso en el reportaje fotográfico que acompañaba su entrevista, aparecían varias imágenes suyas sin maquillaje, con una expresión doliente más cercana a la iconografía religiosa de las vírgenes que a una política moderna. ¿Qué buscaba? ¿Qué intentaba decir detrás de esas fotos que parecen el escenario de 'La Casa de Bernarda Alba', enlutada de arriba a abajo, un color que ha repetido en las últimas semanas en su vestuario y hasta en los guantes con los que ha aparecido en público.
"Isabel Díez Ayuso, de negro color relacionado al luto, a la muerte o a la pérdida, con la cara sin maquillar o sin retocar enseñando los defectos y el cansancio, con las manos al pecho como la Virgen en la iconografía religiosa, con los ojos cerrados, como para intentar aguantar el dolor y la pena en portada, subraya el experto en 'Expresión Facial', que critica la vía elegida por la presidenta de los madrileños. "No se comunican así estos sentimientos- totalmente sanos y normales- en un cargo publico, siempre al centro, siempre ella como protagonista llamando la atención".
Son varias las imágenes que componen el posado con el que Ayuso ha dicho no sentirse "muy cómoda". Sin embargo, la secuencia parece de todo menos espontánea. Una serie de imágenes, grandes, pensadas en transmitir algo: La política, con las manos cruzadas sobre el pecho y la cabeza ladeada recuerdan la doliente irrealidad del mundo religioso. Eso unido al luto riguroso de su ropa y el fondo completan el mensaje 'escrito' con la víscera lorquiana. ¿Funciona así?
"No hay que ser ni héroes ni mártires en esta lucha, hay que ser lideres humanos y políticos y comunicarlo con gestos y con sinceridad en los momentos oportunos espontáneos y no buscados a toda costa", asegura el profesor.