La investidura fallida de Pedro Sánchez este jueves 25 de julio abre un plazo de dos meses hasta el próximo 23 de septiembre para que los grupos políticos traten de alcanzar un acuerdo. La fecha de partida para contar este tiempo es el 23 de julio, día en el que se celebró la primera votación.
En estos dos meses, Sánchez podría volver a intentar recibir la confianza de la Cámara, ya que en este período, según la Constitución, "se tramitarán sucesivas propuestas" de candidatos. También podrían intentarlo otros líderes políticos si es propuesto por el Rey previa consulta a los grupos políticos.
En caso de que no lo consigan en esos dos meses, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones, que se celebrarían el 10 de noviembre, 47 días después de disueltas las Cortes. Esto es así porque al inicio de la pasada legislatura los partidos modificaron la ley electoral para introducir una disposición adicional estableciendo que, en los casos de repetición de los comicios por falta de investidura, se acortaran los plazos del procedimiento electoral, bajando de 54 a 47 días.
En el año 2016 ya se vivió una repetición de elecciones, tras la fallida investidura de Sánchez con apoyo de Ciudadanos de principios de marzo. Entonces pasaron dos meses sin que prosperara ninguna candidatura y las Cortes se disolvieron para repetir los comicios el 26 de junio de ese año. La repetición de elecciones no sirvió de nada, ya que los resultados fueron parecidos y finalmente Mariano Rajoy obtuvo la confianza del Congreso el 29 de octubre de 2019, tras la abstención del PSOE.