Preocupación entre los agentes de Vigilancia Aduanera que luchan contra el narcotráfico por el alto grado de tecnología que encuentran en cultivos de marihuana cada vez más sofisticados. Unos de los equipos de Informativos Telecinco les ha acompañado en su última operación. Estamos en las montañas de Barcelona, en una antigua masía donde posiblemente se oculta una plantación de marihuana. Y cuando los agentes de aduanas derriban la puerta se encuentran con más de 600 plantas en un sofisticado invernadero. En cuanto aseguran la zona, nos dejan entrar. Dentro se encuentran armas blancas y puñales. La gente que se ocupa de la mercancía los usa para protegerse de los robos. Pero ellos no son los dueños de la droga ni los cabecillas de la organización.
Funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han aprehendido así 2.916 plantas de marihuana en cuatro plantaciones situadas en las localidades de Dosrius y Sant Iscle de Vallalta (Barcelona) y Riells i Viabrea (Girona). Además, se han intervenido 131 kilos de marihuana ya envasada y preparada para su envío, dos armas de fuego, dinero en efectivo, documentos de identidad falsos y dos monederos de ‘criptomonedas’.
La operación comenzó cuando, en julio de 2021, funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Barcelona decomisaron en un envío postal 2.651 gramos de marihuana en Barcelona y se iniciaron investigaciones para determinar qué personas habían realizado el envío. Del resultado de las primeras investigaciones se identificó a una persona de Girona que había depositado el envío, por lo que las investigaciones se continuaron por la Unidad Operativa de Girona.
Las investigaciones permitieron una nueva aprehensión en noviembre de 1.243 gramos de marihuana en otro envío por paquetería desde Bescanó (Girona), por lo que se pudo determinar la existencia de una organización que tendría diferentes plantaciones repartidas por la costa del Maresme y que realizaban envíos postales utilizando diferentes empresas de mensajería y cambiaban periódicamente las oficinas de entrega de los paquetes para evitar los controles policiales. En enero de 2022 se practicó una nueva aprehensión en Terrassa (Barcelona) de un envío con 2.386 gramos. En esta fase se intervinieron un total de 16 envíos con 13.664 gramos de marihuana.
Los envíos tenían diferentes destinos, tanto nacionales como internacionales, sobre todo Italia y Grecia, posiblemente por las relaciones de uno de los principales integrantes de la organización, un‘disc-jockey’ con vínculos familiares con Grecia. Además, en las bolsas de marihuana se identificaba la especie concreta, ya que estaban trabajando con diferentes tipos de semillas.
Identificados los integrantes de la organización y con motivo del incremento de los envíos que estaban realizando, se procedió en febrero de este año al registro de seis domicilios en dos localidades, procediendo a la detención de once personas por participación en la organización criminal y desmantelando cuatro plantaciones, situadas en las localidades de Dosrius y Sant Iscle de Vallalta (Barcelona) y Riells i Viabrea (Girona), con un total de 2.916 plantas.
En las plantaciones se encontraron luces led de bajo consumo y generadores eléctricos, ya que la organización estaba cambiando los sistemas tradicionales de plantaciones con enganches ilegales para evitar su detección por las compañías eléctricas –dado que este tipo de cultivo ‘indoor’ o de interior, necesita de un importante suministro de energía eléctrica para la iluminación artificial, riego automático y equipos
de ventilación y climatización–.
La aprehensión viene a poner de relevancia que las organizaciones están investigando para mejorar las técnicas de producción y conseguir un producto con distintas cantidades de THC (el principal psicoactivo del cannabis) incluso sabores.
Desde hace tiempo las organizaciones están utilizando las redes sociales para la venta y el envío mediante paquetería a distintos países europeos, aprovechándose del tráfico legal de mercancías para amparar los envíos de mercancía ilegal. En cambio, sí se está apreciando una evolución en el uso de ‘criptomonedas’ para esta actividad ilícita aprovechando su todavía escasa regulación.