La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha abroncado a los diputadosdiputados del Congreso tras una sesión llena de intercambios de acusaciones con la polémica de la casa real como tema principal.
"Les pido por favor por el bien de la convivencia, de la imagen de esta Cámara y por el bien de la ejemplaridad que debemos a nuestra sociedad, a todos los ciudadanos, respeto, contención y saber escuchar; les pido educación en definitiva", han sido sus palabras.
La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha pedido la palabra acto seguido para exigir a Batet que pusiera fin a las manifestaciones contra casa real. La presidenta del Congreso no le ha permitido intervenir para no crear un debate que no era pertinente.
"Está quedando mal defendiendo a Rufián" es lo único que ha podido pronunciar Arrimadas.
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, por su parte, ha protestado en el hemiciclo por las alusiones "ofensivas" al Rey que, a su juicio, se han escuchado durante la sesión de control y ha exigido a la presidenta de la Cámara que tome cartas en el asunto.
El líder del PP se ha referido expresamente, al igual que Arrimadas, al portavoz de ERC, que minutos antes había asegurado que a Felipe VI le había votado Franco y que es el diputado 53 de Vox.
"No se puede agredir a las instituciones del Estado con la complicidad del Gobierno, no todo vale. Basta ya, señora presidenta", ha clamado el líder del PP.
La exigencia de Casado y la respuesta de Batet han tenido lugar al término de las preguntas, primera parte de la sesión de control al Gobierno, antes de las interpelaciones.
Durante el tramo de las preguntas de los grupos de la oposición al Ejecutivo la crispación ha sido nota común por el tono de ministros y diputados cuando han hablado sobre la casa real.