Son las primeras elecciones en varios años que no se han vendido como un plebiscito, pero la lectura nacionalista es obligada en Cataluña, y Carles Puigdemont se ha encargado de dejarlo claro: "Esta noche ha ganado el independentismo". El bloque independentista sale reforzado: ha alcanzado su pretendido 50% de porcentaje de voto y, además, sigue lejos de perder la mayoría absoluta con 74 diputados, récord histórico.
ERC, Junts, la CUP y el PDeCAT han aunado el 50,77% de los votos emitidos este 14 de febrero. El secesionismo nunca había superado la barrera del 50% antes: la vez que más se acercó fue en 2015 bajo las candidaturas de Junts pel Sí y la CUP, que reunieron el 47,8% del porcentaje de voto. En las de 2017, su porcentaje de voto retrocedió cuatro décimas.
No obstante, un 2,72% de las papeletas independentistas de este 2021 se han quedado fuera del Parlament: el PDeCAT no ha logrado superar la barrera electoral y no ha conseguido representación, por lo que el porcentaje de votos partidarios de la república catalana que ha entrado al hemiciclo de la comunidad cae al 48,05%. Algo que no evita que las fuerzas independentistas revaliden su mayoría absoluta e, incluso, la amplíen y se distancien del bloque liderado por Salvador Illa, el candidato más votado.
Los independentistas previsiblemente podrán dar continuidad a las políticas del Govern (al menos, las cuentas les permiten investir a Aragonès). En esta nueva legislatura, la XIII, ERC y Junts se reparten el grueso de los 74 escaños independentistas (33 y 32 respectivamente), mientras que la CUP ha ampliado su representación de cuatro a nueve y vuelve a ser fundamental para permitir la gobernabilidad de la comunidad, rentabilizando la abstención con la fidelidad de sus votantes.
En total, 74 diputados independentistas que suponen un récord histórico, ya que tras los comicios de 2017 eran 70 y del 2015, 72. Por su parte, el bando unionista estará representado por 57 diputados, por lo que la caída de su fuerza se traduce en la pérdida de un escaño respecto a 2017; en 2015, eran 52 los diputados autodenominados constitucionalistas en el Parlament.
Las fuerzas no independentistas no han logrado alcanzar los buenos resultados de Aragonès, Borràs y Sabater. Se le reducen las opciones de entrar al Govern a Illa, a pesar de que el socialista haya empatado con ERC con 33 diputados. Los 56 escaños del PSC, Vox, Ciutadans y PP no permiten romper con las políticas independentistas de la Generalitat y relegarían al exministro a liderar una oposición en la que se C's se ha hundido (ha perdido 30 diputados) a favor de socialistas y de Garriga, cuyo grupo irrumpe con más fuerza de la esperada en el Parlament.
Asimismo, la suma de los ocho diputados de En Comú Podem (ECP), partidarios de un tripartito con socialistas y republicanos, a las cuentas de los dos vencedores tampoco permiten alcanzar una mayoría alternativa.
En total, 1.435.876 electores en Cataluña han votado a fuerzas independentistas, mayoritariamente a ERC y Junts. 300.000 papeletas más a favor del secesionismo que del unionismo: PSC, Vox, C's y PP suman 1.134.768 votos. En paralelo, el apoyo de ECP a la amnistía de los presos del 'procés' y a la negociación de un referéndum se ha traducido en 194.111 votos para los comunes.
Se trata de unas cifras que han sufrido el impacto de la caída de la participación (estos han sido los comicios catalanes con mayor abstención de la democracia por la pandemia). Un 79% del electorado votó en 2017, una cifra que ha caído al 53% este 2021. De hecho, las últimas elecciones registraron más de dos millones de votos a favor del independentismo y las del 2015, 1.900.000.
La lectura de la participación por territorios ofrece una explicación al aumento de la ventaja independentista frente al bloque constitucionalista: la abstención es ligeramente mayor en las comarcas donde el independentismo no obtuvo más del 50% de los votos. Algunas como el Baix Camp o el Baix Penedès, en las que Ciudadanos ganó en 2017, lideran la abstención este 2021, mientras que en los territorios en los que la participación ha caído menos, Junts per Catalunya fue el partido más votado.
El independentismo sale reforzado de este 14-F, y sus principales caras lo celebran. De hecho, se sienten fuertes, sobre todo el candidato más votado tras Illa, Pere Aragonès, que no ha tardado en enviar un mensaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Es la hora de resolver el conflicto, sentarse y ver cómo resolvemos esto, votando", en palabras del republicano, para el que "el independentismo ha vuelto a ganar las elecciones, haciendo historia".
Algo en lo que coincide Oriol Junqueras, que ha participado en la noche electoral republicana al ser domingo y estar en semilibertad: "Por primera vez en la historia, los partidos independentistas superamos el 50% de los votos, determinados en culminar el proceso con una república catalana", ha aseverado, animado porque "tras 80 años, ERC volverá a tener la presidencia de la Generalitat".
Algo en lo que coincide Laura Borràs. La candidata de Junts ha valorado que "el Estado español forzó unas elecciones y el independentismo ha tenido su victoria más grande". "Nunca habíamos tenido unos fundamentos tan sólidos para construir lo que el país nos pide construir plegados", en palabras de la exdiputada, que se ha comprometido a trabajar junto a ERC y la CUP.
Por su parte, para la candidata de la CUP, Dolors Sabater, el resultado deja "consensos de país claros: amnistía y fin de la represión, autodeterminación, plan de rescate social y transición ecológica".