El volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma no deja de sorprendernos día tras día y eso que está a punto de rebasar el récord histórico de erupciones anteriores en el archipiélago canario. Gracias a los drones de los servicios públicos hemos podido conocer y entender mejor este fenómeno que ha destruido y arrasado más de mil hectáreas de terreno en el sureste de la isla.
Gracias a estos dispositivos controlados por geólogos y vulcanólogos hemos podido ver en las últimas horas cómo los ríos de lava discurren por los tubos lávicos mostrando por las grietas de la ladera del volcán el discurrir del magma incandescente.
También hemos visto en las últimas horas decenas de bombas volcánicas humeantes rodando ladera abajo dejando un rastro de humo y cenizas. Cuando llega la noche, los drones captan los puntos de color rojo intenso de estos artefactos volcánicos que permanecen diseminados por las inmediaciones del volcán.
Junto a los técnicos que vuelan los drones y vigilan el volcán desde arriba, sobre el terreno, técnicos y científicos anotan al minuto cada nuevo fenómeno de la erupción para intentar comprender su funcionamiento y anticiparse a los que vaya a ocurrir en las próximas horas.