"Angustia, confusión y miedo". Son las palabras del presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas ante la llegada masiva de inmigrantes desde Marruecos, miles, que ha sorprendido a todos. El presidente ceutí ha señalado que gran parte de los padres no quieren llevar a sus hijos al colegio y que empresas han cerrado sus puertas.
Se estima que 1.500 menores han podido entrar en España en plena pandemia. El ministro de Interior, Grande Marlaska, ha señalado que más de 1.600 personas han sido ya devueltas, pero Vivas considera que la frontera ahora la maneja a su antojo Marruecos. De hecho ha utilizado un término rotundo: invasión, y no crisis migratoria. Santiago Abascal ha pedido el envió del Ejército y ya se ha filtrado la posibilidad de que se haya enviado un mensaje de texto viral para que la gente acuda sin restricciones a la frontera para encontrar trabajo.
Es la mayor de la historia reciente, aunque ya se sabe que al menos 250 personas de las más de 5.000 que desde este lunes han entrado en Ceuta de manera irregular han regresado a Marruecos por su propio pie y a través del paso fronterizo del Tarajal, según ha informado El Foro de Ceuta.
En el espigón del Tarajal la tensión es creciente. Miles de personas, como muestra las imágenes en redes sociales y las obtenidas por El Faro de Ceuta, están agolpadas en el lado marroquí para entrar en la ciudad y el pico de tensión aumenta en las garitas desde donde se controla a pie de frontera. Guardias civiles, policías nacionales con dotación de antidisturbios así como militares (legionarios y regulares) están a pie de playa próximos al espigón viendo cómo se apedreaba a las instalaciones fronterizas ante la mirada de los gendarmes. El presidente de Ceuta ha pedido sellar la frontera ya.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado este martes que ya han sido devueltos a Marruecos 2.700 de los 6.000 inmigrantes que han entrado en las últimas horas de forma ilegal en Ceuta. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Marlaska ha asegurado que el Gobierno está poniendo desde el primer momento todos los medios necesarios para proteger a la ciudadanía de Ceuta y devolver "por los cauces establecidos" a quien están entrando de forma ilegal en la ciudad autónoma. "Ceuta es tan España como Madrid, Sevilla o Barcelona", ha aseverado el ministro, que ha subrayado que el Ejecutivo "no va a cejar ni un minuto" para revertir la situación y seguirá "siendo contundente en la defensa de las fronteras".
PP y Ciudadanos han pedido este martes que la Comisión Europea se implique en la resolución de la crisis migratoria que se vive en Ceuta, después de que 6.000 personas entraran la última noche de forma ilegal en la ciudad autónoma. A través de una pregunta urgente enviada al Ejecutivo Europeo, la portavoz popular en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, ha pedido que Bruselas contribuya a resolver la situación mejorando la coordinación con países miembros como España en materia de gestión migratoria y seguridad de la frontera exteriores.
El PP ha recordado que Ceuta es frontera sur de la UE y que "una crisis de tal magnitud debe implicar a las autoridades nacionales y europeas". Por ello, ha preguntado si el Ejecutivo europeo piensa aumentar los efectivos de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, para encarar la actual situación.
Por parte de Ciudadanos, el eurodiputado José Ramón Bauzá ha apuntado a la figura del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, al que ha pedido un "respaldo claro" de la UE a España ante la situación que se vive en Ceuta y que ha atribuido a un "nuevo chantaje de Marruecos a costa de la inmigración". La formación 'naranja' ha denunciado que Rabat mantiene una "pasividad deliberada" para que miles de personas pasen de forma irregular a España y considera que el Alto Representante debe reaccionar y defender a Ceuta, "una ciudad española y, por tanto, europea".
Bauzá ha cargado contra las autoridades marroquíes, al asegurar que el uso "interesado" de la migración viola gravemente sus responsabilidades y compromisos con la UE, y ha afeado que su actitud pone en jaque "la buena fe que debe imperar en las relaciones de vecindad" con el bloque.
La comisaria de Interior, la socialista sueca Ylva Johansson, ha avisado este martes a Marruecos de que su frontera con Ceuta es también "frontera con la Unión Europea" y ha instado a Rabat a cumplir con sus compromisos de control del paso de migrantes irregulares y frenar la llegada "sin precedentes" que se está registrando desde el lunes en la ciudad autónoma.
"La frontera española es frontera europea, la UE quiere construir la relación con Marruecos en base a la confianza y compromisos compartidos, la inmigración es un elemento clave a este respecto", ha afirmado la comisaria en un debate sobre migración en el pleno del Parlamento europeo, durante el cual numerosos eurodiputados han alertado sobre la situación en Ceuta.
Johansson ha informado además de que está en contacto con las autoridades españolas para conocer la evolución de la situación, que sigue "con mucha atención" junto al Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, y el comisario de Vecindad, Olivér Várhelyi.
La comisaria ha descrito lo ocurrido en Ceuta en las últimas horas como una llegada "sin precedentes" de migrantes irregulares y ha considerado "preocupante" que más de seis mil personas hayan podido pasar a nado hasta Ceuta, en un trayecto con el que han puesto en riesgo su vida y muchos han tenido que ser rescatados.
Por eso ha considerado que "lo más importante ahora" es que Marruecos cumpla con su compromiso de "evitar salidas irregulares" y que aquellos migrantes que no tengan derecho a recibir asilo sean deportados "de manera ordenada y efectiva".
Del mismo modo, el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de migración, el conservador griego Margaritis Schinas, ha expresado a través de las redes sociales su "plena solidaridad con España" e incidido en que la frontera española de Ceuta "es una frontera europea". Schinas, además, ha reivindicado la necesidad de concluir la reforma de la política de asilo y migración que la Unión Europea trata de acordar desde hace años pero choco con las diferencias en esta materia entre Estados miembro.
El vicepresidente ha subrayado que el nuevo pacto migratorio contará con acuerdos con los países terceros, con una protección "robusta" de las fronteras de la UE, con la solidaridad entre Estados miembros y con medidas para una política de migración legal.