Un hombre ataca con gas pimienta a cinco mujeres en la manifestación del 8M en Barcelona

  • La Guardia Urbana ha retenido al agresor y al menos tres de las cinco víctimas denunciarán

  • iles de personas han llenado el Paseo de Gracia en un ambiente festivo y reivindicativo

  • Con tanta afluencia, ni la división en tramos ni las marcas han conseguido que se cumpliera la distancia de seguridad.

Un hombre ha atacado con gas pimienta a cinco mujeres que participaban en la manifestación feminista del 8M en el centro de Barcelona. Las víctimas se encontraban en uno de los espacios no mixtos de la concentración, a la altura de paseo de Gràcia con Diagonal, cuando un hombre se les ha aproximado. Algunas de las concentradas le pidieron que se fuera del espacio, que había sido asignado para respetar las medidas de seguridad de la protesta. Según uno de los testimonios, se lo han pedido hasta tres veces y el hombre se ha negado y ha sacado un espray con el que las ha rociado, explica Betevé.

Ha sido uno de los actos negativos en un día tranquilo en el que el covid ha deslucido, pero no acabado con la fiesta del Día de la Mujer. Lo han hecho como han podido. Pero con las ganas de siempre. Marchando en fila de a uno en Bilbao, Vigo o Granada, con concentraciones en las plazas y escrupulosa distancia de seguridad en Gijón o en La Coruña o con bailes grupales por separado en Málaga. Soluciones imaginativas en pandemia con las que las mujeres han hecho oír su voz en toda España.

La más numerosa, en Barcelona, donde ha ocurrido este lamentable hecho. Miles de personas han llenado el Paseo de Gracia en un ambiente festivo y reivindicativo. Han sido muchas más personas de las inscritas. Con tanta afluencia, ni la división en tramos ni las marcas han conseguido que se cumpliera la distancia de seguridad.

Unas 4.500 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona, no han faltado a la manifestación estática. Bajo el lema "Juntas, diversas y rebeldes somos imparables", el acto ha arrancado hacia las 18.30 horas en el paseo de Gràcia con todas las inscripciones -alrededor de 3.600- agotadas, lo que no ha impedido que algunas personas se sumaran a la reivindicación feminista al son de "Yo no me quedo en casa". Lo han hecho para reclamar la igualdad de derechos para las mujeres y aprovechando que, a diferencia de otras comunidades autónomas como Madrid, los tribunales catalanes no han prohibido las manifestaciones del 8M.

Este año y debido a la pandemia, el colectivo Vaga Feminista, que organiza el evento, preparó una concentración estática con distancias de seguridad, formada por ocho tramos, dos de ellos mixtos y con capacidad para unas 450 personas cada uno, desde la Gran Via de les Corts Catalanes y hasta la avenida Diagonal.

Desde allí, las congregadas han alertado de las crecientes desigualdades y de la situación de precariedad que ha intensificado la emergencia sanitaria del coronavirus con un manifiesto que aboga por construir una sociedad "fuera del sistema capitalista, heteropatriarcal y colonial".

Coreando consignas como "Viva la acción feminista" y portando pancartas con lemas como "Contra las violencias machistas, justicia feminista" o "Basta agresiones hacia las mujeres", las manifestantes han apostado por la derogación de la ley de extranjería, un sistema de pensiones "digno", la integración de las trabajadoras del hogar en el sistema de cotización de la Seguridad Social y han condenado los desahucios.

Han exigido políticas públicas de vivienda "ambiciosas", una reforma del sistema judicial para incorporar estándares internacionales en relación a las violencias machistas y el fin de la ley de Seguridad Ciudadana, popularmente conocida como 'ley mordaza'. La lluvia fina que ha caído de forma intermitente a lo largo del día en Barcelona ha cesado, lo que ha animado la música y las reivindicaciones de las manifestantes.

El toque de color ha llegado hacia las 19.15 horas, cuando las manifestantes han arrojado haces de color lila al aire con sus teléfonos móviles y han dedicado un minuto de silencio a las víctimas de violencia machista, con pequeños carteles colocado en el suelo en los que podía leerse el nombre, la edad y el municipio de residencia de las víctimas de esta lacra. a concentradas, todas ellas con mascarillas, han respetado las distancias de seguridad, una medida que se ha recordado constantemente por megafonía durante el acto.

Aunque a causa de la covid, la concentración de este año ha estado lejos de lograr la asistencia masiva del año pasado, cuando reunieron a 50.000 personas, se ha celebrado con un marcado tono reivindicativo y festivo con música y las manifestantes han acabado bailando al son del mítico tema "No controles", de Ole Ole.

Para dar más visibilidad al 8M ante la falta de una concentración masiva por la pandemia, la organización ha llamado a decorar los balcones de todas las viviendas catalanas en apoyo a las trabajadoras de servicios esenciales y ha convocado una cacerolada a las 21:00 horas para que emanen de los hogares "luces y sonido".

En Girona han desafiado la prohibición de marchar. 2.500 mujeres se han manifestado a la antigua usanza por el centro de la ciudad sin guardar en ningún momento la distancia de seguridad. Sí se ha respetado en Valencia, donde se han celebrado varias concentraciones repartidas por la ciudad. También en Sevilla. Manifestación sin aglomeraciones frente al Ayuntamiento bajo el lema “Unidas y fuertes, feminismo siempre”.