Los focos que han ido siguiendo al rey emérito en Sanxenxo se apagaron nada más llegar a Madrid. Pasada la puerta del Complejo del Palacio de la Zarzuela se hizo el silencio. Las cámaras, la prensa e incluso los fans quedaron fuera. Dentro, la familia, o al menos una parte.
A las nueve de la noche salía del Palacio en el que vivió durante más de medio siglo, rumbo al aeropuerto de Barajas, había programado su salida, de nuevo en un jet privado, a las diez de la noche.
A las 10:07 el Audi Q8 que traía al rey desde el Aeropuerto de Barajas hasta Madrid, ralentizaba su marcha y enfilaba hacia la entrada de Zarzuela. Ventanilla abajo, el emérito saludaba. Hacía 21 meses que no pisaba la que fue su casa y ha pasado en ella muchas más horas de las que estaba previsto.
A partir de ahí, apagón informativo. El emérito, sin intención de pedir disculpas: "Explicaciones, ¿de qué?", dijo en Sanxenxo este domingo. Zarzuela, encastillada en que el encuentro es "estrictamente familiar", evita dar datos. Pero las once horas dentro del palacio han dado de sí.
Juan Carlos I decía esperar "muchos abrazos", pero también se ha podido encontrar con algún reproche. Su vuelta no ha sido con "la mayor privacidad posible", algo que él mismo se autoimpuso en su carta del pasado mes de marzo. Su exhibición durante el fin de semana ha incomodado en Zarzuela
Juan Carlos I ha pasado gran parte del tiempo en la que fue su casa durante más medio siglo, reunido con su hijo. Ambos han departido durante varias horas. Son padre e hijo pero nadie puede sustraerse al hecho de que Felipe de Borbón es el Jefe del Estado y la situación del emérito, su padre, le hace flaco favor en un sector amplio de la opinión pública.
Juan Carlos de Borbón ha sentado a parte de su familia junto a él. Fuentes de Zarzuela aseguran que tanto la reina Letizia como la reina Sofía han asistido al almuerzo, en el que también ha estado presenta la infanta Sofía. Su hermana Leonor está estudiando en Gales y su ausencia está más que justificada, sostienen esas mismas fuentes.
A la mesa también su hija Elena, y Victoria de Marichalar. Margarita de Borbón, que tiene 82 años, ha acudido al ágape junto a su marido el doctor Carlos Zurita, para estar con su hermano.
El rey emérito quiere volver a España en más ocasiones, incluso en Sanxenxo le esperan para mediados del mes de junio, pero Zarzuela no quiere que el circo de este fin de semana se repita.