El Gobierno aprueba este martes los indultos a los condenados por el proceso independentista catalán
Este lunes Sánchez escenificará con un gran acto en Barcelona la aprobación inminente de la medida de gracia
El presidente ofrece en el Liceo la conferencia 'Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España'
El Gobierno catalán decide ausentarse al entender que el evento tiene un matiz "propagandístico"
Será este martes cuando el Consejo de Ministros apruebe una de las medidas más anticipadas, polémicas y políticamente arriesgadas de la legislatura: los indultos a los nueve líderes del proceso independentista catalán de 2017 que siguen en la cárcel condenados por sedición. Los otros tres condenados por el Tribunal Supremo no llegaron a ingresar en prisión tras el juicio y ya han cumplido sus penas.
Los indultos será parciales, sólo eliminarán las penas de prisión, no las de inhabilitación y podrán suspenderse si los indultados reinciden, según ha podido saber NIUS. El líder de ERC, Oriol Junqueras, que lleva encarcelado más de tres años y medio de sus 13 años de condena, saldrá de la prisión de Lledoners, pero no podrá ejercer ningún cargo público hasta 2031, porque en el indulto no se eliminará la pena de inhabilitación. El resto de los condenados también seguirá cumpliendo unas penas de inhabilitación que tienen la misma duración que sus condenas de cárcel (entre los 9 años y los 13 años de prisión).
MÁS
Pedro Sánchez agradece al empresariado su apoyo a los indultos y define la "discordia" como un "lastre para la economía"
Una mayoría del Congreso respalda que el Gobierno conceda los indultos a los presos del 'procés'
Ayuso declara el "fin del sanchismo" y advierte a la izquierda que se olvide ya del 'cinturón rojo'
La decisión del Gobierno a favor de los indultos va en contra del criterio del tribunal sentenciador. El Tribunal Supremo emitió un durísimo informe -preceptivo pero no de obligado cumplimiento- en contra de la medida de gracia. La calificó como "una solución inaceptable" y llegó a sugerir que la decisión del Gobierno podría ser un autoindulto dada su dependencia parlamentaria de los votos del independentismo catalán.
El Gobierno, que se acogerá al requisito de 'utilidad pública' que fija la ley de los indultos, deberá justificar los argumentos de su medida de gracia para evitar que la pueda tumbar la sala III del Tribunal Supremo ante el previsible recurso anunciado por Vox. Este tribunal ya anuló un indulto del Gobierno de Rajoy a un conductor kamikaze por falta de motivación por parte del Ejecutivo.
Sánchez, en el acto del "reencuentro" en Barcelona
24 horas antes de la decisión del Gobierno, el presidente Pedro Sánchez celebrará un acto en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Ante un escogido auditorio de representantes de la sociedad catalana. En la tierra natal de los potenciales beneficiarios de la medida. El acto que preside Pedro Sánchez este mediodía en Barcelona reúne todos los requisitos que se podrían entender apropiados para el anuncio de la que va a ser la gran decisión de la legislatura: la concesión de los indultos a los presos del procés.
Simbolismo, proximidad, solemnidad... el evento tiene un poco de todo. Incluso un título, Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España,Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España propicio para adornar aún más la decisión de dar definitivamente el paso. Porque los indultos, a pesar de que se lleva un mes hablando de ellos y que se dan por hechos, no están oficialmente confirmados. La estrategia de Moncloa consistió en dejar caer la idea a finales de mayo. Y darse tiempo para preparar concienzudamente su aterrizaje. ¡Dónde mejor que en el Liceo!
Ausencias sonadas
El evento se ha ido gestando en sigilo y se destapó a última hora. Tan a última hora que al presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ERC, le llegó la invitación el viernes por la tarde y decidió rechazarla para no alterar su agenda. Dice que lo que vaya a contar Sánchez se lo debería contar a él primero y sospecha que pueda haber algo de “propaganda”.
El gobierno catalán avisó que no enviaría a nadie. Un plante al que se sumó la presidenta del Parlament, Laura Borràs, de Junts per Cataluña, en su caso diciendo que estará este lunes acompañando a una decena de altos cargos catalanes citados a declarar en la Ciudad de la Justicia. Borràs habla de "represión" y que el reencuentro pendiente es el del "Estado español" con la negociación.
En la misma línea se ha manifestado este domingo Oriol Junqueras, que además ha dejado un titular que seguro servirá esta semana de munición para los detractores de los indultos. "Los indultos son un triunfo que muestra las debilidades del Estado", ha asegurado el líder de ERC en una entrevista a Catalunya Radio.
Preguntado por la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Liceu, Junqueras ha sido claro. Coincide con la decisión del Govern y reitera que "si el Gobierno quiere hacer algo que lo haga, pero que dejen de especular", sobre todo por el "sufrimiento de muchas personas" y las familias.
Declaraciones que se suman a las de Jordi Cuixart. El líder de Òmnium aseguraba también este domingo que con los indultos "no se acaba nada" y que "serán el preludio de la derrota que sufrirá España en Europa".
Guiño a los soberanistas
La conferencia en el Palau es del estilo de los eventos con los que Moncloa viste los grandes anuncios (la presentación de España 2050, por ejemplo). Y se encuadra en la Agenda para el Reencuentro con la que Sánchez intenta dar carpetazo a la época del procés.
De consumarse el anuncio de los indultos en las Ramblas, el acto representaría además, en sí mismo, una especie de descentralización de la decisión. Un guiño añadido al público soberanista. Sánchez, al estilo Ursula von der Leyen –que el martes vino a España a anunciar la aprobación del plan de reconstrucción en persona- ejerciendo de mensajero de buenas nuevas. Por más que el independentismo, como evidencian las ausencias de Aragonés y Borràs, no esté dispuesto a colaborar a que Sánchez se apunte ningún tanto.
El desenlace del culebrón de los indultos se precipita después de una semana cómoda para el Gobierno, incluso se podría considerar de cierto éxito. Lo primero, por la imagen deslavazada y dividida en que quedó la gran manifestación de la derecha contra lo que llaman “las concesiones al independentismo”. La segunda edición de Colón no tuvo el músculo que había tenido la primera, con el agravante añadido, para los participantes, de declaraciones inconvenientes para su propia causa. Al PP le ha costado un mundo reconducir las palabras de Isabel Díaz Ayuso involucrando al rey en la disputa.
El indulto y los 'influencers'
A partir de ahí, casi todo ha sido desgaste para el rival y buenas noticias para el Ejecutivo y su pretensión de conceder la medida de gracia. En todos los terrenos. En el estrictamente político, el Congreso tumbó una proposición del PP contra los indultos. En el ámbito empresarial, el Circulo de Economía de Barcelona y el propio presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, éste con algún reparo, se han declarado condescendientes con la medida. También la Iglesia catalana aboga por el sí a los indultos por aquello de que hay que mostrar “misericordia” y “perdón”.
La virtualidad de esta sucesión de pronunciamientos no está en lo cuantitativo, sino en lo que supone el poner de tu lado voces de referencia. Sánchez, por decirlo de alguna manera, se ha ganado para su causa a los influencers.
La inminencia de los indultos ha hecho, además, que la agenda catalana vuelva a su ser, a reacomodarse en el espacio hasta ahora copado por la pandemia, una vez que la vacunación va “como un tiro”, que diría una ministra, y se ha aprobado el examen para recibir fondos europeos. Barcelona la semana pasada, volvió a ser el eje de rotación del mundillo político. Las jornadas del Circulo convocaron a, entre otros, Felipe VI, el presidente de Corea, Moon Jae-in; el presidente italiano, Mario Draghi; el líder del PP, Pablo Casado, además de Pedro Sánchez.