El Gobierno de EspañaGobiernoEspaña ha asegurado que informó "previamente" a Argelia sobre la posición en relación al Sáhara Occidental, frente a la "sorpresa" que ha expresado el Ejecutivo argelino, que ha llamado a consultas a su embajador en Madrid, Said Musi.
Así lo han señalado a Europa Press fuentes gubernamentales, que también han destacado que para España, "Argelia es un socio estratégico, prioritario y fiable" con el que pretende "mantener una relación privilegiada".
Esta reacción se ha producido después de conocerse la llamada a consultas del embajador argelino en España, un paso dado por Argelia ante el apoyo de España al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. Previamente, fuentes diplomáticas argelinas han criticado el cambio de postura de España que consideran la "segunda traición histórica" de Madrid al pueblo saharaui.
"Es la segunda traición histórica al pueblo saharaui por parte de Madrid después del funesto acuerdo de 1975", ha apuntado la fuente, citada por el portal de noticias argelino TSA. "Finalmente Marruecos ha obtenido lo que quería de España", ha apuntado el diplomático argelino.
Sería la segunda "traición" debido al acuerdo firmado el 14 de noviembre de 1975 por el que cedía la antigua colonia del Sáhara Español a Marruecos y Mauritania, sin tener en cuenta la voluntad de la población saharaui.
Este Acuerdo de Madrid fue inmediatamente denunciado por el Frente Polisario, erigido en representante del pueblo saharaui y que de inmediato proclamó la independencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Las milicias del Frente Polisario derrotaron a las fuerzas mauritanas y Nuakchot renunció a la parte del Sáhara Occidental que se le asignó en el Acuerdo de Madrid, pero Marruecos, con la Marcha Verde, logró imponer su control sobre la parte costera del territorio.
En 1991 Marruecos y el Frente Polisario firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de los colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria, respaldada por la ONU en la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).
En cuanto a la relación estrictamente bilateral entre Argelia y España, Argel es el principal suministrador de gas natural a la Península en un momento delicado como el actual en el plano energético. Argel rompió relaciones diplomáticas con Rabat el pasado agosto y en noviembre procedió al cierre del Gasoducto Magreb-Europa (GME) que bombeaba gas hasta la península Ibérica a través de Marruecos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló el pasado 6 de marzo con el presidente argelino, Abdelmayid Tebune, quien reiteró no solo el compromiso de su país con garantizar el suministro a España sino también la voluntad de Argelia de ayudar en lo posible, como socio fiable en materia energética que quiere ser, a los europeos, según indicaron fuentes gubernamentales.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no quiso aclarar este viernes si Argelia ha sido informada de antemano sobre el cambio de posición del Gobierno, escudándose en que "la diplomacia requiere discreción", pero sí se ha mostrado convencido no afectará al suministro de gas a España por parte de este país. "Argelia ha demostrado repetidas veces que es un socio fiable", ha sostenido, asegurando que mantiene una relación "fluida" con su homólogo argelino.
No obstante, este es el segundo 'agravio' del Gobierno a Argelia en poco más de un mes después de que a principios de febrero anunciara que había accedido a la petición de Marruecos de ayudarle a garantizar su seguridad energética mediante la regasificación en España de Gas Natural Licuado (GNL) comprado por Rabat para su posterior envío a este país mediante el gasoducto GME.
Entonces, Argel ya advirtió de que en ningún caso España podría hacer llegar gas argelino a Marruecos. Está por ver ahora cómo reacciona el Gobierno argelino ante este giro, que por contra ha sido muy celebrado por Marruecos y que da por superada la crisis diplomática que desencadenó hace casi un año la acogida en España por motivos humanitarios del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.