El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se enfrenta a una nueva polémica sobre al sector ganadero-cárnico al asegurar en una entrevista en The Guardian que las granjas de gran tamaño "contaminan el suelo, el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados". Esta es la afirmación de las declaraciones al diario británico que más polvareda ha levantado entre el sector ganadero, la clase política e incluso entre los internautas, que han aupado este asunto a la lista de las principales tendencias en la red social Twitter durante la jornada.
La entrevista al ministro se publicó hace unos días, pero ha sido ahora cuando el sector ha reaccionado, tras avivarse la polémica después de que el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, criticase también en Twitter el "nuevo" ataque a los ganaderos desde el "Gobierno de España".
El ministro contestó a ese tuit asegurando que en la entrevista incidía en que la ganadería extensiva practicada en zonas como "Asturias, parte de Castilla y León, Andalucía y Extremadura" sí es sostenible medioambientalmente. Y añadía: "Pero el señor Mañueco está desesperado por los votos de ultraderecha y por eso recurre a la mentira y manipulación de los lobbies. Ojalá rectifique".
El pasado verano ya se levantó una polvareda política cuando el Ministerio de Consumo difundió una campaña que proponía comer menos carne por razones de salud y medioambientales, una recomendación que ha formado parte del debate público de forma recurrente desde 2015, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejara reducir la ingesta de carne. Además, la instalación de macrogranjas también ha provocado polémica en distintas localidades españolas, y su moratoria es una de las propuestas para 2022 de las cinco organizaciones conservacionistas de España Greenpeace, WWF, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y Amigos de la Tierra-.
Pero el líder del PP, Pablo Casado, incidía en dicha red social que es "inaceptable" que el "Gobierno" vierta tales declaraciones en medios extranjeros. Para Casado, se trata de "otro ataque a ganaderos y agricultores y a la imagen de nuestro país", por lo que pide "responsabilidades y una rectificación inmediata".
El Grupo Parlamentario Ciudadanos ha pasado a la acción y ha presentado una Proposición No de Ley (PNL) en el Congreso con el objetivo de conseguir una reprobación a Garzón. Esta formación ha presentado también sendas solicitudes de comparecencia de Alberto Garzón y del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ante la comisión correspondiente del Congreso.
Por su parte, el portavoz de VOX en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, ha apuntado que la ganadería es la que aún le "faltaba" al Gobierno por atacar, tras hacerlo con "la industria del automóvil, la del azúcar, la de la hostería, la del turismo y la de la agricultura".
Desde la organización agraria Asaja, han pedido al ministro que deje el cargo por sus "continuos ataques al campo español" y cree que son "inadmisibles" las declaraciones. Por su parte, la responsable de Vacuno de COAG, Charo Arredondo, no ha exigido la dimisión porque estima que Garzón "va en contra de las macrogranjas", un tipo de instalaciones con las que COAG tampoco está de acuerdo.
La organización agraria UPA ha pedido la "rectificación o dimisión" de Garzón y que "abandone su campaña contra la ganadería española".
Desde la asociación empresarial cárnica (Anafric), su presidente José Friguls, se ha quejado y ha pedido a Garzón que rectifique o, de lo contrario, se reserva "el derecho a emprender acciones judiciales".
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha reaccionado a través de un duro mensaje en su cuenta oficial de Twitter, en el que escribe que "estas desgraciadas e insensatas declaraciones son una agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa, que se esfuerza por ser competitiva y sostenible". "El que las hace no puede ser Ministro de España ni un día más. Es en sí mismo un insulto a la inteligencia", concluye.
Una de las primeras polémicas llegó con el agravio al sector del aceite y el cerdo, cuando presentó el sistema de colores de Nutriscore que cataloga los efectos para la salud de los alimentos. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, tuvo que matizar que "en ningún caso" el sector del aceite de oliva se va a ver obligado a poner una etiqueta "contraria a una evidencia científica como es que el aceite es bueno para la salud", en referencia a la intención del Ejecutivo de imponer el polémico etiquetado Nutriscore, que califica a los alimentos por sus grasas sin tener en cuenta otros beneficios, por lo que penaliza al aceite de oliva y puso en pie de guerra al sector contra una nueva medida del Gobierno en contra de agricultores y productores. El jamón serrano y el queso tampoco salían bien parados. Dieta mediterránea básica.
El titular de Consumo sentenció después a la carne roja. Garzón animó a los españoles a comer menos carne, no solo por motivos de salud, sino por motivos medioambientales. Era en gran parte culpable del cambio climático. Más que lo que dijo indignó que lo dijera sin pensar en el impacto. Pedro Sánchez tuvo que salir al paso con eso de que el chuletón al punto era imbatible. Luego llegó la campaña contra el sexismo de los juguetes, que levantó ampollas.