El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, adelanta el toque de queda a las 22 horas de la noche tras haber recalcado que de momento hay que ceñirse a lo que marca la ley. No obstante, se ha mostrado partidario de que se modifique el decreto de estado de alarma para poder fijarlo a las 20 horas de la tarde.
En una entrevista en la Cadena Cope, García-Page se ha referido a las medidas de Castilla-La Mancha para frenar los contagios de coronavirus y, en ese sentido, ha dicho que una de las más eficaces es el toque de queda porque regula los hábitos a lo largo del día, hace que se recomponga la movilidad y pone una pauta de seguimiento que es fácil para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Respecto a la polémica entre Castilla y León, que ha adelantado el toque de queda a las 20 horas de la tarde, y el Gobierno, que ha recurrido esta medida ante el Tribunal Supremo, el presidente castellano-manchego ha dicho que ha trasladado al Ejecutivo la necesidad de que se modifique el decreto del estado de alarma para poder trabajar con otros horarios.
"Me parece posible la idea y me gustaría que fuese un acuerdo de carácter general y para toda España. El de las ocho de la tarde sería aceptable para nosotros en un momento determinado, pero nos tenemos que mantener dentro de lo que nos permite la ley y la ley nos fija a las diez de la noche", ha dicho Page.
El presidente regional, además, ha manifestado que vería "entendible" que se diseñara un confinamiento contra el virus que permitiera únicamente salir de casa para trabajar y estudiar, pero no se ha mostrado partidario de crear un "cortocircuito integral" del país con otro confinamiento al estilo del aprobado en marzo del pasado año.
"Es cuestión de ser eficaces, un cortocircuito integral de todo el país tampoco lo propiciaría. Otra cuestión es permitir la actividad docente y económica y estar confinados solamente con la exclusión de lo básico. Permitir trabajar, la formación y luego en casa", ha desgranado.
En opinión del presidente castellanomanchego, un confinamiento de ese estilo "podría ser entendible", aunque en cualquier caso ha conminado a esperar a ver si las medidas puestas en marcha por las comunidades autónomas surten efecto, aunque insistiendo en que si sube el nivel de contagios "no va a haber más remedio que imponer una medida nacional".
En cuanto a la presión hospitalaria por el coronavirus, ha asegurado que "hay más que hace un mes y medio", pero todavía a mucha distancia de la primera ola, aunque sí se está viendo en estos momentos "el pico de la Navidad".
En relación con la vacunación, ha indicado que en Castilla-La Mancha se marcó un plan y es el que se está siguiendo, tratando de compatibilizar la administración de vacunas con el resto de la atención sanitaria, incluso ha dicho que se va a terminar la primera fase antes de lo previsto. "No me metería en lo que haga cada comunidad autónoma porque va a haber vacunas para todos", ha afirmado el presidente, quien ha añadido que sí que hay que "asegurar que lleguen desde Bruselas".
El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha acordado este lunes adelantar a las diez de la noche el toque de queda y extenderlo hasta las 7.00 horas, cerrar perimetralmente todos los municipios así como toda la hostelería y las grandes superficies, excepto aquellas tiendas que vendan productos esenciales.
"No tenemos más remedio, no hay alternativa, no tenemos otra opción", ha dicho Page, quien ha apuntado que estas medidas, en principio, se aplicarán por un plazo de diez días y ha confiado en que den un resultado que se traduzca en un menor número de contagios. En este sentido, ha precisado, en las zonas donde se han aplicado ya, como en la Gerencia de Atención Integrada de Manzanares, han conllevado efectivamente un menor número de casos.
El presidente de Castilla-La Mancha señala que había que adoptar estas medidas ante la "necesidad de combatir la espiral de contagios que se ha producido a raíz de las fiestas navideñas" y ha subrayado que "entre todos, tenemos la responsabilidad de acatar decisiones que tienen que llevarnos a salvar vidas".
"Ni son decisiones fáciles ni son bonitas. Son amargas", ha dicho, afirmando que "lo último" que se podría perdonar sería no adoptar medidas para frenar la expansión de la covid-19 que "han demostrado su eficacia".
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha sido el encargado de detallar las medidas que se adoptan desde este lunes en la región que son, además del toque de queda a las 22:00 horas y el confinamiento perimetral de municipios, el cierre de hogares de jubilados y de centros recreativos; el cierre de bares, restaurantes, cafeterías, pubs y similares, tanto en el interior como en las terrazas, excepto los que prestan servicio esencial no sustituible, por ejemplo, los restaurantes de clínicas y hospitales, los comedores de hoteles para clientes, los de empresa y los comedores escolares, y se permite asimismo el reparto de comida a domicilio.
Cierran también los locales de juego, apuestas y bingos, y los centros sociosanitarios de día, y se suspenden las visitas a los centros residenciales de mayores y de discapacitados.
Como medidas complementarias, ha continuado el consejero, se declara la suspensión de todo tipo de actividades culturales y de ocio con el cierre de cines, auditorios, teatros y conferencias; y las competiciones deportivas federativas serán sin público; mientras que las visitas guiadas a monumentos no podrán ser de más de seis personas.
Igualmente, cierran los gimnasios y saunas, las bibliotecas y los museos.
En cuanto a las academias, autoescuelas y enseñanzas no regladas, funcionarán al 50 %, y los mercadillos a un tercio y solo para productos de primera necesidad; mientras que parques y jardines cierran durante el toque de queda.
Se cierran también los centros y superficies comerciales, excepto los espacios dedicados a productos esenciales y de higiene, y también se exceptúan los comercios de menos de 300 metros cuadrados.
Por otra parte, se recomienda limitar los encuentros lo más posible a los convivientes.
En este contexto, y con el fin de que las medidas se cumplan, García-Page también se ha reunido este lunes con el delegado del Gobierno en la región, Francisco Tierraseca; la presidenta de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) de Castilla-La Mancha, Tita García-Élez, y los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la región para trasladarles las medidas adoptadas y ha pedido la "colaboración" y "comprensión" de todas las instituciones y entidades públicas y privadas" para aplicar estas nuevas restricciones.
"Hemos pedido un despliegue claro de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de las policías locales, de todas las administraciones para, básicamente, ayudar al repliegue, es decir, despliegue de Fuerzas de Seguridad y repliegue de la ciudadanía a su espacio domiciliario".
Asimismo, ha subrayado que el objetivo de estas medidas es "darle tiempo a la vacuna", al tiempo que se ha marcado dos objetivos que son "fundamentales para el control de la pandemia" , por un lado no llegar al colapso sanitario y, por otro, posibilitar que se puedan realizar el rastreo de casos.
En esta línea, García-Page ha reivindicado que la comunidad autónoma aplica restricciones pero también es el Gobierno autonómico que "más gasto público está dedicando a la lucha contra el virus".