Gran parte de los ganaderos de La Palma intentan sobreponerse a los destrozos que el volcán ha provocado en sus granjas. Han tenido que ver cómo la lava se llevaba el fruto de todo su esfuerzo por delante, afectando a animales, terreno y maquinaria. Ahora piden ayudas para tratar de poner de nuevo todo en pie.
Agustín compró su granja el pasado diciembre y vio cómo quedó sepultada en tan solo 48 horas. "Tuve que salir corriendo. Llovían piedras. Una evacuación en dos horas y media para retirar 300 animales, mercancía y lo esencial de maquinaria, como comederos para los animales", explica el ganadero afectado, propietario de Quesos Perera.
Todo lo que no pudo recoger Agustín se lo llevó la lava. Para fabricar queso hace falta mucha maquinaria, y la va reponiendo poco a poco en una granja alquilada "gracias a amigos, a donativos de gente" que le hacen "a través de Bizum". Lleva 10 años elaborando quesos y bajo el volcán quedaron todos sus ahorros.
"Pago por algo que no existe, pago por esto, pago por todo ya. Si no me llega ninguna ayuda no aguanto tres meses", lamenta Agustín. Como él hay más ganaderos, algunos lograron salvar a sus animales gracias al apoyo de la Guardia Civil y la Policía Local. Ahora piden ayuda para poder retomar su oficio.