Una treintena de familias se han instalado en un espacio habilitado por el ayuntamiento de Los Llanos en el que varias decenas de caravanas albergan el nuevo hogar de las personas que lo han perdido todo por el avance de la lava del volcán de La Palma.
Los afectados por la lengua de lava procedente de Cumbre Vieja viven ahora en una casa sobre ruedas. Tal y como ellos mismos reconocen, el apoyo de sus seres queridos está siendo fundamental para salir adelante en unos momentos tal difíciles.
Yurena es una de esas treinta personas que, desde que comenzó la erupción del volcán, ha tenido que contemplar con resignación como la lava se ha llevado por delante toda su vida.
En el espacio reservado para las caravanas hay personas que se han quedado sin nada. Con su teléfono móvil estoy afectados han podido comprobar como en el espacio en el que antes estaban sus casas ahora sólo quedan los restos del avance de la lava, una gigantesca mole de rocas que hace ya días que sepultó sus viviendas.
Mientras el volcán comenzaba a rugir, los vecinos de Los Llanos se vieron obligados a hacer las maletas o, en algunos casos, a salir con lo puesto. Cuando Luisa, otra de las evacuadas, cogió su coche para abandonar el lugar, no se imaginaba que esa sería la última vez que vería su casa.