Una derrota como la del 4M tiene un coste. Y a fe que el socialismo madrileño está pagando por ello. Primero ha sido José Manuel Franco, secretario general del PSOE-M el que ha dejado su puesto, y tras sufrir hoy mismo una arritmia cardíaca que le ha llevado a estar en observación en el Hospital Ramón y Cajal, Gabilondo ha pasado de defender que mantendría su acta a dimitir. José Luis Ábalos, secretario de organización del PSOE, lo ha confirmado en una rueda de prensa, en la que ha valorado a Gabilondo y su responsabilidad compartida en la derrota. Gabilondo, según sus palabras se ha ido porque "no quiere condicionar el nuevo tiempo del socialismo madrileño y entiende que la organización y la militancia va a poder ser escuchada". Ábalos ha apostado por la renovación tras 26 años de gobiernos del PP en Madrid.
Desde el Gobierno, la vicepresidenta Carmen Calvo lo ha dicho sin rodeos, aunque ninguneando la campaña de Ayuso, muy Trump para su gusto: “Hemos sufrido una derrota que no esperábamos". No obstante. "sabremos salir de ella como siempre lo hemos hecho con reflexión y con trabajo". Los números son rotundos: 13 escaños perdidos y 'sorpasso' de Mas Madrid, que se ha hecho con el liderazgo en la izquierda.
Y en Andalucía se abre otro frente. La secretaria general de los socialistas andaluces y expresidenta regional, Susana Díaz, ha convocado a su Ejecutiva para adelantar las primarias para elegir candidato. Desde Ferraz se ha bendecido la candidatura del alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Susana parece que va a plantar cara pero sabe desde siempre que no es la candidata de Sánchez.