Un terremoto de 4,8 en Villa de Mazo y 3.151 rayos sacuden la isla de La Palma
Un fuerte terremoto se deja sentir esta noche en La Palma
La Palma, en alerta por fuertes precipitaciones durante todo el fin de semana
Confirman la aparición de un nuevo centro de emisión al sur del cono principal del volcán de La Palma
Un terremoto de 4,8 grados ha sacudido esta noche La Palma registrándose a 37 kilómetros de profundidad en el municipio de la Villa de Mazo. El temblor se ha notado en gran parte de la isla, que esta noche no ha podido dejar de mirar al cielo. Han caído 3.151 rayos y las fuertes lluvias podrían causar muchos daños en edificios y en las calles por la acumulación de ceniza del volcán de Cumbre Vieja.
El temblor más fuerte de esta noche en la isla de La Palma, de magnitud IV-V, ha sido uno de los más intensos de las últimas semanas tras varios días con los sismos a la baja. Ha sido a 37 kilómetros de profundidad en el municipio de la Villa de Mazo y se ha notado en casi toda la isla.
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Paralelamente Canarias ha registrado en las últimas horas más de 3.000 rayos como consecuencia del frente atlántico, concretamente 3.151 descargas eléctricas, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La mayor parte de estos rayos se registraron durante la pasada noche y las primeras horas de la madrugada de este viernes en La Palma y zonas cercanas. Con el paso de las horas, se han registrado descargas eléctricas en todo el archipiélago.
Los efectos de 100 litros de agua en La Palma
Una isla que mira al cielo con preocupación. Desde ayer han caído 100 litros por metro cuadrado y hoy seguirán en alerta por precipitaciones. Se teme que el agua pueda formar grandes ríos de lodo al entrar en contacto con la ceniza acumulada en las calles de La Palma a consecuencia de la erupción del volcán de Cumbre Vieja.
Se teme también por que la ceniza pueda hacer colapsar los tejados de las casas, algunos de ellos con más de 20 centímetros de ceniza acumulada. El agua duplica el peso de la ceniza y puede ser fatal.
El agua y la ceniza también podrían afectar a los sistemas de alcantarillado, que en circunstancias normales, a veces, también se atascan cuando llueve con fuerza. La zona del valle de Aridane es la que más preocupa.