Más de un año después de una pandemia que deja ya casi 3 millones de contagios y más de 61.000 muertos desde la llegada del coronavirus a España, todavía continúan las actitudes irresponsables que ponen en peligro la salud de todos en medio de una crisis sanitaria gravísima y dramática.
Con numerosas UCI de nuestro país sobrecargadas por la masiva llegada de casos graves de covid-19, y con nuestros sanitarios al límite, todavía hoy hay quien decide hacer oídos sordos frente a la pandemia y una vez más, como prueba de ello, las fiestas clandestinas han vuelto a protagonizar el fin de semana.
Solo en Madrid, la Policía Municipal ha interpuesto 280 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública este fin de semana, mientras en el marco del operativo desplegado también se han realizado 738 propuestas de sanción a ciudadanos por no usar mascarilla, 331 denuncias por agruparse más de seis personas y 21 multas a locales por incumplir el horario de cierre a las 21 horas.
Intensificando la vigilancia sobre las zonas básicas de salud confinadas en Madrid para intentar contener el aumento de los contagios, durante el fin de semana los policías locales han realizado 9.291 controles a personas y a 6.106 vehículos, teniendo que interponer 854 denuncias por incumplimiento del toque de queda, que en la comunidad autónoma presidida por Isabel Díaz Ayuso se mantiene de 22 horas a 6 de la mañana.
En este contexto, llamativa es la proliferación de las fiestas clandestinas pese a las múltiples advertencias de las autoridades sanitarias, que desde el primer momento han destacado los gravísimos riesgos que entrañan este tipo de reuniones multitudinarias en las cuales se vulneran las normas de prevención básicas de contagio y, por sus características, se generan brotes de muy difícil trazabilidad y con un rastreo de contactos muy complejo.
Concretamente, dando cuenta de unos números para la vergüenza, la Policía Municipal ha intervenido en un total de 395 fiestas en domicilios y locales por fiestas ilegales: 80 la noche del viernes, 166 la del sábado y 149 la del domingo.
En algunas de ellas, el número de personas reunidas superaba con creces el máximo permitido, además de no cumplirse ningunas de las medidas sanitarias. Como ejemplo, la ocurrida en el distrito de Chamberí, donde los agentes hubieron de intervenir en un local clandestino donde se estaba realizando una fiesta con 50 personas incumpliendo las medidas.
También se produjo una situación similar en Villa de Vallecas, en un bar donde se denunció a 41 personas, así como se levantó un acta por incumplir la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (LEPAR) y se detuvo al encargado por posible delito contra la salud pública y desobediencia.
Además, en Tetuán los policías locales arrestaron a dos personas por delito contra la salud pública tras una fiesta en un establecimiento donde, además, se denunciaron a 27 personas por no cumplir las medidas contra el coronavirus. En este caso, como en Chamberí, se incautaron sustancias estupefacientes tras desalojar y precintar el local.
Haciendo un balance global, en los fines de semana y puentes de este nuevo estado de alarma que comenzó el 25 de octubre de 2020, la Policía Municipal de Madrid ha intervenido en más de 4.250 fiestas privadas en total domicilios y locales de ocio.