El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comparecido como cada lunes para hacer balance de la situación epidemiológica en España, donde el coronavirus ha vuelto a dejar 13.984 nuevos casos y 103 muertes más durante el fin de semana.
Sus primeras palabras, –que llegan justo después de las lamentables imágenes de este fin de semana con la celebración irresponsable del fin del estado de alarma por parte de amplios grupos de población que se echaron a las calles aglomerándose y sin respetar las medidas sanitarias–, han sido de hecho muy claras: “Seguimos teniendo coronavirus. Sigue habiendo mucho coronavirus en España. Y yo creo que a buen entendedor”…, ha dicho.
Tras ello, ha pasado a destacar que, de acuerdo al último balance, la incidencia acumulada a 14 días se sitúa en 188,89 casos por 100.000 habitantes, lo que ha definido como valores “todavía muy altos”. Además, ha recordado que sigue habiendo importante variabilidad por comunidades autónomas: “Algunas están claramente por encima de los 300 casos por 100.000, mientras otras están claramente por debajo de los 100. La situación es dispar, es diferente, y es importante que cada uno sea consciente de la situación de la zona en la que vive”.
En este sentido, y habida cuenta de las imágenes de las celebraciones descontroladas por el fin del estado de alarma, Simón ha subrayado que es difícil saber qué va a pasar: “Lo que podemos esperar en los próximos días no lo sabemos. Hasta hace dos días hubiera dicho que podíamos esperar que se continuara la tendencia descendente observada en los días previos, en los últimos 10-12 días. Hubiera dicho que tenemos una oportunidad importante de no tener una cuarta ola. Ahora mismo… no lo sé. No sé ni yo ni nadie en España lo que va a pasar en los próximos días. No sé, ni yo ni nadie en España, cuántas personas van a volver a ingresar en las UCI ni cuantas personas van a seguir incrementando o no, –esperemos que la ascendencia sea la misma que observamos en los días previo–, pero no creo que nadie en España ahora mismo se atreva a decir lo que va a pasar”, ha manifestado, visiblemente “decepcionado” tras la proliferación de las citadas conductas irresponsables el fin de semana.
Ante la situación, ha indicado que “tenemos factores que nos pueden ayudar en algunas zonas y de alguna forma”, señalando que “son factores que ayudan a grupos concretos de población”. Entre ellos, ha indicado, “sobre todo la vacunación”. “Tenemos grupos ya muy vacunados: los grupos mayores de 80 años, los mayores de 70 y 60 van teniendo coberturas de vacunación cada vez mejores, y están relativamente mejor protegido. También es cierto que el impacto en estos grupos suele ser mayor; que una incidencia no muy alta en estos grupos puede genera un número de ingresados, un número de personas que van a las UCI y un número de fallecidos mucho más alto que en cualquier otro grupo de edad. Pero tenemos grupos de edad en los que todavía no existe una cobertura de vacunación. Ni buena ni mala: no existe, porque todavía no se les ha empezado a vacunar, y en estos grupos los riesgos y la probabilidad de infección sigue siendo la misma que existía hace unos pocos días; exactamente la misma. Como digo, seguimos teniendo incidencias de casi 200 casos por 100.000 habitantes a nivel nacional y hay varias comunidades con más de 300. Es verdad que en algunas CCAA el trabajo que han hecho ha permitido que baje mucho la tendencia, pero de nuevo, esperemos que esa tendencia que estamos observando se mantenga, porque ahora mismo difícilmente lo vamos a poder asegurar”, ha insistido.
A este respecto, ha indicado que “los fallecidos, hasta ayer, también estaban descendiendo”: “En los últimos 7 días 194, con unos promedios de defunciones diarios en los últimos 7-10 días de entre 40-50 casos aproximadamente”, ha dicho, pero nuevamente ha vuelto a insistir, manifestando su decepción por lo ocurrido: “No sabemos lo que va a pasar en los próximos días”. Por activa y por pasiva lo ha manifestado Fernando Simón, quien ha encontrado la esperanza y el único dato positivo tras lo ocurrido en los datos de vacunación, que continúan “avanzando a buen ritmo”. Ello, –la vacunación–, es lo que sostiene que “nos va a ayudar a entender lo que va a pasar en los diferentes grupos”.
“Los mayores de 80 años tienen una cobertura con una dosis del 100% y con dos dosis del 97% aproximadamente. Los que tienen entre 70 y 79 años tienen una cobertura con una dosis de alrededor del 92%, y con dos dosis casi del 44%, y subiendo. Los que tienen entre 60 y 69, una cobertura del 74.6% y con dos dosis del 7%”. “En el grupo de 50 a 59 ya baja a un 15,8%; y en grupos más jóvenes los únicos que están vacunados hasta la fecha son aquellos que pertenecen a grupos esenciales. Aproximadamente hasta los 30 años como un 10-12% de cada una de los poblaciones de esos grupos. Por debajo de esos 30 años esos porcentajes disminuyen mucho, hasta menos del 5% de la población de cada uno de esos grupos menores de 30 años”, ha advertido, señalando que “la progresión de la vacuna sigue siendo buena, pero buena en los grupos donde más impacto pueda tener la enfermedad”, es decir, entre los más mayores.
En este contexto, ha señalado que ya se han administrado 19.830.624 dosis, siendo 13.797.431 personas, el 29,1% de la población, las que han recibido al menos una dosis, y 6.221.476 las que han recibido la pauta completa, es decir, un 13,1% de la población.
Analizada toda la situación ha llegado el turno de los periodistas, que en la tradicional ronda de preguntas han querido saber directamente cuál es su opinión sobre lo ocurrido el fin de semana ante el fin del estado de alarma y si todavía existe la esperanza de que salgamos reforzados de la pandemia, vistas las actitudes irresponsables de los dos últimos días.
“Yo creo que como españoles, como país entero, toda nuestra población vamos a salir mejores y muy reforzados, pero eso no quiere decir que todos vayamos a pertenecer a ese grupo. Siempre hay gente que desde luego no pertenece al grupo de los sensatos. No estoy enfadado, estoy decepcionado. Decepcionado sí, mucho. Estoy probablemente decepcionado, quizás, hasta conmigo, porque quizás no he sido capaz de transmitir el mensaje, y aunque no tengo toda el peso sobre la opinión de la población, desde luego tengo un púlpito aquí que me da una visibilidad que a lo mejor no he utilizado bien. Estoy decepcionado porque el mensaje claramente no se ha transmitido como debía. Estoy decepcionado porque no se lo he sabido transmitir a la población, tampoco se lo he sabido transmitir a los medios de comunicación y tampoco a los políticos”, ha manifestado, autocrítico.
“Ustedes saben que yo veo muy poca televisión, pero este fin de semana casualmente he visto un poco más. Además de las imágenes que se vieron referentes a la noche del 8 al 9, imágenes que no me hicieron ninguna gracia, me decepcionaron”. “En la televisión vimos contadores para saber cuánto quedaba para el fin del estado de alarma. El estado de alarma únicamente regulaba tres aspectos del control del coronavirus: la movilidad entre CCAA, la movilidad nocturna y el derecho de reunión en grupos grandes. Y además esos 3 aspectos no eran obligatorios. Todo el resto de medidas que aplicaban las CCAA no estaban reguladas por el decreto del estado de alarma. El final del estado de alarma no era el fin del coronavirus, no era el fin de las medidas de prevención, no era el fin de los riesgos, de ninguna manera. Y ya digo, desde luego, `parte de que se haya percibido de otra manera, parte de la responsabilidad claramente es mía porque yo he intentado transmitir una cosa que claramente no se ha comunicado como yo pensaba que se iba a comunicar. Es verdad que yo no tengo por qué controlar lo que comunican los medios”, ha lamentado.
Más allá, ha denunciado: “También creo que se ha utilizado toda esta información relacionada con el decreto del estado de alarma y lo que ha pasado en las noches del sábado al domingo con fines que no tenían nada que ver con el control del coronavirus. Eso no me ha decepcionado tanto. Quienes lo utilizan con otros fines probablemente ya los conozcamos todos y no creo que nos pueda decepcionar ni mucho ni poco. Pero me ha dado pena que en un país con el nuestro, que ha sufrido lo que ha sufrido con el coronavirus, con los profesionales sanitarios que han estado al límite de sus fuerzas, con la población que ha tenido que soportar un número de muertos enorme, que todavía seguimos soportando un número de enfermos, fallecidos… yo creo que no deberíamos de ser condescendeintes con ese número, sino tener un objetivo de reducirlos al mínimo. Creo que utilizar toda la información, todos esos datos, toda esa presión, sufrimiento, dureza con que se ha portado esta enfermedad con algunos colectivos… utilizarla con otros fines que no sea intentar controlar la enfermedad al máximo… no me gusta. Me parece triste y me da pena que en mi país se haya utilizado como se ha utilizado”, ha finalizado.
Por otra parte, preguntado sobre qué le diría a los profesionales sanitarios que el sábado por la noche estaban trabajando en el hospital y pudieron ver a una multitud de personas festejando en la calle el fin del estado de alarma, Simón ha tenido que guardar silencio un instante buscando palabras antes de contestar: “A los sanitarios no sabría que decirles. Yo no estoy nada contento hoy. No me puedo imaginar cómo deben de estar. Me resulta imposible pensar cómo pueden estar los profesionales en una UCI saturada; los que están viendo fallecer personas todavía cada día en sus manos. No sé qué decirles. Lo más que puedo hacer es mostrarles todo mi ánimo, mi apoyo. Y quizás el mensaje de consuelo puede ser que la vacunación progresa bien. La vacunación evita que los pasos atrás que podamos dar sean gordos; grandes. La cobertura en personas mayores es grande, y aunque no va a evitar que haya fallecidos e infectados sí que va reduciendo parte de esta sobrecarga del sistema asistencial. Espero que esto que hemos visto estos días no se traduzca en un incremento alto en ocupación. Espero que puedan rebajar lo suficiente la ocupación en UCI para que el impacto de lo que venga no sea excesivo. Me resulta imposible ponerme en la piel de personas que se han dejado la vida. Que hayan estado viendo desde sus ventanas imágenes como las que se han visto… Digo lo que se ha dicho antes: entiendo que haya gente que lo necesitara, que haya gente que no pudiera evitar ese día de hacer lo que les diera la gana… pero eso no quita para que lo que hemos visto tenga que ser muy duro para algunas personas, entre ellos los sanitarios de la parte asistencial y de salud pública, que llevan trabajando horas y horas incontables para tratar de controlar la pandemia”, ha finalizado.