Simón sigue estando en el punto de mira. Lo ha estado por sus primeras reacciones ante la pandemia, minimizando sus efectos, después por sus vacaciones y reportajes en los medios de comunicación convirtiéndose en un personaje más. Su carácter, cercano e irónico, bromista, tanto a la hora de dar una información tan crítica como la de los fallecidos por coronavirus, ahora le está jugando malas pasadas. Sí porque unas frases en las que se le catalogó como machista y por las que pidió perdón y ahora sus comentarios sobre los médicos y sus diferencias a la hora de protegerse ante el coronavirus le han vuelto a poner en el foco. Organizaciones médicas piden su cese. Salvador Illa, ministro de Sanidad, califica su comportamiento de ejemplar.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha respondido a las organizaciones médicas que han pedido su cese que están en todo su derecho pero les ha querido dejar claro que este puesto, y más ahora, "no es ningún regalo" y acarrea muchos "sinsabores".
"Yo ni quiero ni no quiero. No se crean que este puesto es un regalo, ni muchísimo menos: este puesto, y más en este momento, es un puesto en el que se lleva uno todas las responsabilidades y se lleva uno muchos sinsabores", ha respondido Simón en una entrevista en TVE al ser preguntado si piensa mantenerse en el cargo tras la petición del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM).
La Asamblea General del CGCOM acordó el sábado exigir su cese "por su incapacidad manifiesta y prolongada durante la evolución de la pandemia" y por unas declaraciones que vertió el jueves sobre los contagios entre profesionales sanitarios.
Simón ha pedido ver la rueda de prensa para valorar lo que dijo realmente al ser preguntado si el descenso de casos detectados en este colectivo en la segunda ola respecto a la primera se debía a una mayor disponibilidad de materia sanitario. En concreto, subrayó que "no es una cuestión de material únicamente", sino de otros factores, como una menor saturación de los hospitales y también "un aprendizaje de los profesionales durante la primera ola, que reduce riesgos en esta segunda", y de los gestores de los centros, que "establecen mejores circuitos y mejores mecanismos de protección".
"Y, obviamente, mejores comportamientos de toda la población, incluidos los profesionales sanitarios cuando están fuera de su trabajo, lo que reduce riesgos de que se infecten fuera y luego lleven la infección a su entorno laboral", añadió.
Para el director del CCAES, el CGCOM "está en su derecho" de hacer esta solicitud tras estas declaraciones, pero tienen que trasladarla a sus jefes, que son los que decidirán "lo que hacen o no", porque él no deja de ser un funcionario público.
Un puesto que "profesionalmente es interesante, pero premios, pocos", aunque él va a intentar seguir haciéndolo "lo mejor que sepa", mientras lo ocupe. Precisamente, en su defensa ha salido esta mañana el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien le ha definido como "un servidor público ejemplar. El señor Simón es un servidor público ejemplar. Tiene todo mi apoyo como ministro de Sanidad", ha zanjado.
No todos los colegios de médicos han secundado al Consejo General, de forma que el de Cataluña se ha desmarcado "por razones de fondo: la crítica legítima no justifica esta petición de cese", y también de forma, ya que "no formaba parte de ninguna orden del día y su trascendencia lo hacía exigible", según declaró su presidente, Jaume Padrós.
En ello ha coincidido el presidente del de Las Palmas, Pedro Cabrera, que en declaraciones a la Ser ha señalado que este asunto no se encontraba en el orden del día, por lo que "no se debía haber votado" y, aunque hubiera sido así, tampoco lo habría apoyado: "El que no haya tenido fallos a lo largo de esta pandemia que levante la mano", ha invitado.