La situación en La Palma provocada por la erupción volcánica ha obligado a algunas familias a buscar alternativas para vivir de forma temporal con pocas comodidades. Es el caso de una familia que ha perdido hasta siete propiedades distintas por la lava y que ahora mismo está viviendo dentro de una caravana, en un garaje prestado lleno de ceniza.
Las siete propiedades de la familia se ubicaban en la misma calle de la localidad. Hoy, están sepultadas. "Nuestras casas, la de mi padre, la de mi tío, la de mi prima... De estar medianamente estables, a estar arruinados por completo", señala José Alejandro Santos, uno de los miembros de la familia.
La lava se ha ensañado con ellos, al igual que con otros muchos vecinos. Ahora los adultos malviven en un garaje lleno de ceniza. "Tenemos que salir de aquí, porque no puedo seguir viviendo así, enterrada en la tierra", señala Ana Jessica Costa, otra de las vecinas desalojadas.
Los niños duermen con los pocos familiares que aún conservan sus casas. "A mí nieta la traigo un rato por el día. Pero no la puedo dejar por la noche, porque no tengo dónde dejarla. Además me dijo: 'Abuela, a mí esto no me gusta, yo no me quiero quedar aquí'" añade la mujer.
Han perdido las viviendas, pero también una bodega y la tienda de ropa de Ana Jessica. "Tenía esperanza de que no llegara. No saqué mobiliario, no saqué mercancia...", lamenta la vecina de Todoque. No piden caridad. "Solo pido algo que pueda pagar. No quiero que me metan en un piso gratis, yo no pretendo eso", precisa la mujer. Solo pide una vivienda sin ceniza para comenzar a levantar la cabeza.