Franco ha salido del Valle de los Caídos 44 años después44 años después. Y lo ha hecho, a hombros de sus nietos y bisnietos que, por expreso deseo de la familia, han portado el ataúd original en el que están los restos del dictador. El féretro iba cubierto por un estandarte con el escudo de los Franco. Como testigo, la Ministra de Justicia, con gesto grave, aguardaba en la puerta de la Basílica.Tras una breve bendición las familia se ha saltado la prohibición y ha lanzado vivas al dictador.
El último viaje de Franco, finalmente ha sido en un helicóptero del Ejército del Aire. A los operarios les ha costado meter el ataúd en su interior y anclarlo para que no se moviese. Muy atento y tomando notas en todo momento, Francis Franco, que se mostrado satisfecho de los actos salvo en los últimos cinco minutos. Lo ocurrido ha sido que la Policía ha sospechado que se había producido una grabación, han intentado registrarles y retenerles dentro. Al final, según afirma el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina, “ha imperado la cordura” y les han dejado salir.
El nieto del dictador y la ministra Delgado han acompañado al féretro en ese vuelo de apenas 15 minutos que le ha llevado hasta el panteón familiar de Mingorrubio. Antes la familia había criticado que la intención del Gobierno era que todo el mundo pensara que el dictador estaba solo. La realidad es que solo unas pocas decenas de personas han esperado sus restos con gritos de Viva Franco, Viva España y cánticos de Cara al sol. Ningún incidente relevante, como era de esperar, se ha producido.
Minutos antes de iniciar la exhumación los familiares llegaban a los pies de la basílica. A las puertas les recibía Santiago Cantera, el prior de la abadía con el que intercambiaban palabras y sonrisas. Una complicidad que ya se habían mostrado en la entrada del Valle. Uno de los nietos, Jaime, llevaba una sencilla corona aunque en ellas los textos de España no te olvida recordaban a otra época. Delante, un bisnieto llevaba un mantón para cubirir el féretro. Pese a que no estaba permitido el uso de banderas ni otros símbolos en la exhumación, Francis Franco entró con una bandera franquista en el interior.
La exhumación arrancó sin cámaras y finalmente duró dos horas. En el interior una carpa cubría el área de la tumba. Dentro sólo dos familiares, la ministra para dar fe del acto, el prior para un breve responso, y los operarios. La lápida fue levantada sin incidencias. El ataúd del dictador se ha extraído de la fosa. Tras esto se han abierto las puertas y Franco ha abandonado el mausoleo construido a mayor gloria de su dictadura a hombros de sus descendientes.
Por decisión de la familia, los restos fueron trasladados en su féretro original a pesar de los daños que presentaba. Lo hace cubierto de una manto con el escudo familiar. No sin cierta dificultad, han logrado bajar las escaleras. Antes de su partida, el prior ha rezado de nuevo y ha bendecido el féretro.Todo bajo la atenta mirada de la ministra que escuchaba seria cómo lanzan vítores a Franco. Justo después, el prior Cantera, que tanto se opuso a la exhumación se despidió con un abrazo del abogado de la familia, el que dirigió la batalla legal contra el Gobierno.
Finalmente los pronósticos se cumplen y DANA no impide que Franco sea trasladado por los cielos. El helicóptero espera el coche fúnebre. Pasan diez minutos de la una de la tarde cuando llegan los restos mortales del dictador. Tras él, las personas que acompañarán al féretro durante el trayecto hasta el cementerio de Mingorrubio-El pardo. Por un lado, la ministra de justicia y dos altos cargos de presidencia del gobierno. Por otro, su nieto Francis Franco. Separados en todo momento. La tensión se palpa en el ambiente.
Se mantienen en todo momento la distancia entre familia y el ejecutivo, por expreso deseo de Los Franco.
No hay saludos. Apenas un acercamiento breve para recibir últimas indicaciones. Llega el momento de introducir el ataúd en el superpuma del ejército del aire. Una vez dentro el féretro, lo aseguran, cierran puertas. Todo queda anotado por el nieto. Despega el helicóptero. Quedan por delante, 15 minutos de recorrido hasta el destino final.
El helicóptero ha aterrizado a las dos menos cinco en una zona situada a poco más de un kilómetro del cementerio. La primera en bajar del aparato la ministra de justicia. Ahí han estado esperando varios minutos, esperando a que el resto de la familia Franco llegase en coche desde el Valle de los Caídos. Ha sido entonces cuando han sacado el féretro y otro coche fúnebre lo ha trasladado hasta Mingorrubio.
A la entrada esperaban dos centenares de personas que desde primera hora de la mañana se han concentrado allí con banderas preconstitucionales o de falange mezcladas con banderas constitucionales. Cantan el Cara al Sol y lanzan gritos a favor de Franco. En el cementerio estaba todo preparado. Varias furgonetas habían llevado una docena de coronas de flores a lo largo de la mañana, con mensajes como "Barcelona con Franco siempre", "Valencia con el generalísimo". También, a primera hora llegaba el sacerdote Ramón Tejero, hijo del general condenado por el intento de Golpe de Estado del 23-F que fue vitoreado por los franquistas. Él ha oficiado la ceremonia religiosa junto al prior del Valle de los Caídos. A La inhumación de los restos mortales de Franco solo ha asistido la familia.
La clase política no ha podido evitar usar en clave política la exhumación. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha dicho que tras la exhumación de Franco del Valle de los Caídos todavía quedan muchas cosas por hacer. Ha recordado que allí hay más de 30.000 restos que pertenecen a los dos bandos. Por eso será un lugar “de memoria, de honra y de justicia para todos, para los dos bandos”. Esperemos que así sea y el espíritu de la Transición vuelve a imperar en un país que necesita tener memoria, pero también mirar al futuro.
Medio de comunicación de, al menos, 17 países han querido hacerse eco de la noticia. Alrededor de 58 periodistas extranjeros han acudido al Valle de los Caídos para presenciar el momento de la exhumación. El acontecimiento de hoy ha aparecido en periódicos de distintos idiomas. Le Monde destaca la larga batalla judicial entre el Gobierno y la familia, y la "prioridad" de Sánchez. The Guardian también recalca la "promesa clave" del presidente del gobierno y se refiere a que "para muchas personas, (el Valle de los Caídos) solo sirve para glorificar a Franco y su dictadura de cuatro décadas". El New York Times tilda la batalla de "larga y amarga" y hace referencia a la "disputa política a pocos días de la repetición de elecciones". Para The Times es el "fin de un símbolo de la dictadura, pero a muchos españoles les importa más el desempleo, la economía y Cataluña". BBC habla del cambio de "vasto mausoleo a tumba discreta, 44 años después de su elaborado funeral".