¿Qué haría si se convocaran unas nuevas elecciones? A tenor del juego de los pactos, los lectores de la web de Informativos Telecinco tienen claro que no variarían de forma masiva su voto. Casi 5.000 respuestas dan unos resultados que demuestran que siete de cada diez lo mantendría, mientras que un 13% se pensaría en cambiarlo. Y un 11% va más allá porque ni siquiera se molestaría en votar. Un porcentaje del 3% votaría en blanco y un 2% incluso se pensaría acudir a manifestaciones de protesta.
Otro encuesta, esta elaborada por Metroscopia entre los días 9 y 14 de mayo con 1.700 personas, da las mismas claves que los políticos de distinto signo deberían tener en cuenta. A saber, que un 89% no cambiaría su voto, que un 5% lo haría. Y no solo eso, los fieles más votantes pertenecerían a PSOE, PP, C's, Podemos y Vox, por ese orden. Es decir, el bipartidismo sería el más beneficiado.
José Ramón Lorente, el presidente de CELESTE-TEL, politólogo y sociólogo, y experto en encuestas, cree que nadie quiere ir realmente a unas nuevas elecciones porque el señalado por ello lo pagaría caro en las urnas, pero coincide al señalar que el PP recuperaría votos de Vox y Ciudadanos y el PSOE de Podemos ante una nueva cita con las urnas. "El miedo a Vox y la casa de Galapagar ya no tendrían el mismo impacto".
La posibilidad de unas nuevas elecciones llegó a las portadas tras las palabras del secretario de Organización, José Luis Ábalos, que para presionar a C's y PP dejó caer la posibilidad de unas segundas elecciones si la investidura de Pedro Sánchez resultaba no ser “viable”, recordando que “las urnas tienen memoria” y que “los españoles no perdonarán a los que pongan en solfa la viabilidad de la legislatura”.
De esa amenaza, en un juego político que cambia cada 24 horas, se ha pasado ahora a avanzar en la relación con Unidos Podemos para formar un gobierno de cooperación, y en una puerta abierta de ERC que coloca al PSOE en una posición tan incómoda como difícilmente desaprovechable si Sánchez quiere ser presidente y el PP y C's siguen imitando al Pedro del 'no es no'.
Así las cosas, la opinión pública parece que ha lanzado un mensaje claro: nosotros ya hemos votado, es su turno para ponerse de acuerdo. Y al parecer, las formaciones son conscientes del negativo impacto que tendría manifestar de nuevo la incapacidad para acordar nada.
José Pablo Ferrándiz, investigador principal de Metroscopia, considera que "los estudios de opinión elaborados tras las elecciones dejan claro que la gente acepta los resultados de buen grado y ahora lo que exige es que los políticos lleguen a los acuerdos necesarios para gobernar y no volver a dejar en el tejado de la gente más decisiones. De hecho, ya pasó en la época de Rajoy, la opinión pública no quería más elecciones y acabó apoyando a Rajoy aunque socialmente no era el más valorado".
Para el experto de Metroscopia no hay salida más allá de la investidura de Sánchez, "porque unas nuevas elecciones dañarían más que a nadie a Unidas Podemos y Vox. Podría reforzar al PP y debilitar a Ciudadanos. Pero no le conviene a nadie unas nuevas elecciones". El globo sonda de Ábalos era pura presión; teatro político. Un aviso a navegantes para lograr la abstención del PP y C's o dejarles en evidencia para justificar el apoyo independentista.
Una realidad, la de que en el último momento pueda haber una abstención que, aunque ha sido negada una y otra vez por Casado y Rivera, a Ferrándiz no le parece tan descartable dependiendo del nivel de tensión. "Ya lo vimos en el caso de Rajoy", señala. "No podemos olvidar que el centro derecha prefiere que gobierne Sánchez a que este pueda ser utilizado por los independentistas catalanes". Un hecho que ha dejado claro Abascal, que señaló que no criticaría una abstención del PP para impedir un mal mayor. De hecho, aunque Sánchez sea el menos indicado para pedir nada en este sentido, el propio Ábalos se abstuvo para que Rajoy fuera presidente tras una gran presión que puso en vilo al PSOE.
Lorente tiene claro también que lo que desea "el empresariado español y el IBEX 35 es un gobierno PSOE y C's por la estabilidad y la seguridad de cuatro años sin turbulencias, necesarios ahora para la economía". Una idea esta que no descartan algunos medios que señalan que el empresariado sigue presionando para que en el último momento tanto PP como C's se abstengan, o al menos, uno de ellos. No parece fácil.
Y qué panorama político se presenta en un futuro cada vez más fragmentado y que lleva años generando gobiernos débiles. Ferrándiz considera que nos enfrentaremos a dos tripatitos, uno de izquierda y derecha, porque en este sentido cree que Errejón "puede buscar su propio espacio político nacional. Tendríamos a PSOE, Unidas Podemos y esta posibilidad y a PP, C's y Vox. Más que multipartidismo lo que vamos a encontrar es dos bloques, de izquierdas y derechas, muy claros. De la batalla entre ellos saldrá el futuro político que después del 15M y muchos cambios sigue enfrentado en dos bloques. Una cosa tiene clara el ciudadano: hemos votado, pónganse de acuerdo de una vez. Hagan política.