La segunda ola de contagios de coronavirus ha forzado al Gobierno de Pedro Sánchez a aprobar el estado de alarma para poner en marcha nuevas restricciones sociales. Un escenario que según algunos expertos, si no da sus frutos en las próximas semanas, puede desencadenar un confinamiento domiciliario, como el que se prolongó durante casi tres meses en la primavera.
Los contagios siguen aumentando sin control por toda España y, con ello, crece también número de personas que necesitan ser ingresadas. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en estos momentos hay 16.008 personas hospitalizadas por covid-19, que ocupan el 13,72% de las camas de hospital disponibles, 2.163 de ellas requieren cuidados intensivos. De esta forma, el 24,24% de las camas UCI están ya ocupadas por pacientes covid.
Sin embargo, seis comunidades y dos ciudades autónomas sobrepasan el 25% de sus plazas disponibles, por lo que se encuentran en riesgo "muy alto", después de que el acuerdo alcanzado por Gobierno y autonomías en el Consejo Interterritorial del jueves pasado pusiera en un 25% de ocupación en intensivos el límite para el máximo nivel de alerta.
Las regiones que corren este peligro son Aragón (41,71%), Castilla y León (37,71%), Cataluña (34,12%), Ceuta (47,06%), la Comunidad de Madrid (40,28%), Melilla (64,29%), La Rioja (36,67%) y Navarra (37,59%).
Lo cierto es que los territorios que se encuentren en el nivel de alerta 4, además de acatar las restricciones del nivel 3, podrían tener que acatar sufrir restricciones en la movilidad de personas, cierres perimetrales u otras limitaciones.
Dentro de esto, estaría un nuevo confinamiento domiciliario, una medida que no descartó Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), en su rueda de prensa ofrecida ayer: "El confinamiento domiciliario es una de las medidas que siempre está sobre la mesa, fue la base del periodo de alarma previo".
De hecho, Cataluña está meditando imponer el confinamiento domiciliario durante el fin de semana. "Es una opción que está contemplada", advirtió el lunes la consejera de Presidencia del Govern, Meritxell Budó, en una entrevista concedida a Catalunya Ràdio.
Para ello, sin embargo, deben pedir permiso al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Fernando Simón valora positivamente esta medida: "Un confinamiento de dos días puede tener impacto, especialmente si es en dos días adecuados. Es lo que más eficacia tiene, pero debemos tener cuidado con el impacto secundario, que no es nada bueno".
Todos los Gobiernos ha pedido a sus ciudadanos que eviten interacciones sociales innecesarias como reuniones sociales o familiares para prevenir los contagios. Y ésa es la palabra clave que está provocando toques de queda y planteamientos de confinamientos en casa: la interacción.
Lo explica José Jonay Ojeda, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria en NIUS. "Lo que se pretende no es que no salgas de casa, no es restringir la movilidad, sino evitar las interacciones. Que la limitación de la movilidad se traduzca en reducir las reuniones privadas, ése es el foco de esta medida del toque de queda", explica Ojeda.
Un tercio de los contagios están asociados al ocio nocturno, pero los expertos calculan que muchos más son secundarios a éste: un joven va a una discoteca, no mantiene distancia ni usa mascarilla, se contagia y contagia a sus padres, tíos o abuelos, con los que come en casa después de la noche de fiesta. La clave del asunto es reducir las interacciones de personas. Éste es el mensaje: toca retraerse", coincide e insiste Daniel López Acuña, epidemiólogo y director de Acción Sanitaria de la OMS en Situaciones de Crisis.
Acuña apuesta por reevaluar las medidas adoptadas en dos o cuatro semanas, e ir variando la dureza de los confinamientos, incluso suspender las actividades escolares presenciales que no sean imprescindibles. "Hay que propiciar todo lo posible el teletrabajo y la virtualidad en la parte educativa. Y si no logramos doblegar la curva, o mejor dicho estabilizarla, en las próximas dos a cuatro semanas hay que considerar el cierre de colegios y el confinamiento total".
El virólogo Luis Enjuanesha advertido sobre la amenaza real que supone la Covid-19 para los ciudadanos y el riesgo de volver a un encierro en los hogares. “Si la cosa no se soluciona en un término de tiempo razonable, no descartaría un confinamiento domiciliario”, ha explicado en una entrevista en RAC1.
Enjuanes es una de las voces más autorizadas del país para realizar balances sobre la expansión del coronavirus. Dirige el laboratorio de Covid-19 del Centro Nacional de Biotecnología, una de las instituciones centradas en la lucha contra la pandemia en el seno del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Por su parte, Joan Caylà, portavoz de la Sociedad Española de Epidemiologíay presidente de la Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis, advierte en El Mundo de que "si no hacemos bien el toque de queda, lamentablemente, iríamos a un confinamiento" porque "el sistema hospitalario está ya muy desbordado".
En caso de llegar al "50% o 60%" de ocupación UCI, junto a un incremento de casos, "habría que pensar" en el confinamiento, estima Caylà. No obstante, vaticina que este nuevo aislamiento sería "más corto", aunque también resultaría nefasto "para la economía y psicológicamente".