Los vecinos del barrio Las Manchas, en La Palma, fueron de los primeros en desalojar ante la erupción del volcán de Cumbre Vieja y la inminente llegada de la colada de lava. Ahora, un equipo de Informativos Telecinco, acompañado por la Guardia Civil, se ha adentrado en el lugar, accediendo a la zona de exclusión.
Al llegar, nuestra compañera, Lorelei Esteban, se ha encontrado con un auténtico barrio fantasma. Desde el primer momento, Las Manchas fue aislado y desde entonces los vecinos no han podido acceder a sus viviendas porque la colada sigue ahí parada, amenazante. A algunos de los afectados no les dio tiempo siquiera de descolgar la ropa.
Desde el mirador de La Bombilla, donde antes había unas vistas espectaculares, ahora se aprecian los efectos de esa colada que llegó al mar creando una fajana, así como una segunda que ha quedado cerca del agua, parada a escasos metros del océano.
En la zona las casas están completamente cubiertas de ceniza, como también lo están los tejados, el suelo y las fincas, totalmente arrasadas, fundidas en un paisaje gris.
Mientras, después de 38 jornadas de erupción, el volcán no deja de cambiar, con modificaciones en el cono que no dejan de sorprender.
Los expertos no ven signos de que su actividad cese a corto plazo. Al contrario, se incrementan las explosiones con la correspondiente emisión de lava, haciendo que esta emergencia parezca interminable, para la desolación de los palmeros.
Al mismo tiempo que arroja grandes cantidades de lava y piroclastos, además persiste la gran actividad sísmica, con temblores continuos en la isla.