Europa ya se prepara para administrar la vacuna del coronavirus a niños entre 5 y 11 años. La vacuna empezará a distribuirse en la Unión Europea en la segunda quincena de diciembre tras el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento. Esta vacuna tiene un 90,7 por ciento de efectividad, y los expertos tranquilizan a los padres: los efectos secundarios son leves.
Los efectos secundarios más comunes en niños de 5 a 11 años son similares a los de las personas de 12 años o más. Estos efectos suelen ser leves o moderados y mejoran a los pocos días de la vacunación. Los más comunes son:
La vacuna está indicada específicamente para menores de edad, con una dosis inferior a la utilizada en personas de más de 12 años (10 microgramos frente a 30 microgramos). Al igual que en el grupo de mayor edad, se administra en dos inyecciones en los músculos de la parte superior del brazo, con tres semanas de diferencia.
El Comité de Medicamentos de Uso Humano ha tomado esta decisión basada en un ensayo que muestra que con la dosis de 10 microgramos la respuesta inmune, medida por el nivel de anticuerpos generados frente al SARS-CoV-2, es comparable a la observada con una dosis más alta (30 microgramos) en personas de 16 a 25 años
Tras el análisis de los resultados, el Comité de Medicamentos de Uso Humano de la EMA concluye que los beneficios de la vacuna 'Comirnaty' de Pfizer en niños de 5 a 11 son mayores que los riesgos, "particularmente en aquellos con condiciones que aumentan el riesgo de graves Covid-19". Por tanto, el CHMP enviará ahora su recomendación a la Comisión Europea, que emitirá una decisión final.
La Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación frente al SARS-CoV-2 en niños de 5 a 11 años, desde del derecho de la protección individual frente a esta enfermedad que aunque en general en estas edades es leve, puede complicarse en ocasiones. Asimismo, recuerda que con su vacunación se disminuye la circulación del SARS-COV-2, la aparición de nuevas variantes y se lograr la inmunidad de grupo o de rebaño.
Además, se consigue y mantener espacios educativos seguros, que permitan la normalización de la escolarización y las relaciones interpersonales de los niños, con el consiguiente bienestar psicoemocional. Y con su inmunización no se priva a la población infantil del beneficio que aporta la vacunación, del que ya gozan los mayores de 12 años, "aunque los objetivos en términos de salud sean diferentes".